31. Eres mi amigo

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Camino hacia las escaleras que iban hacia al almacén solo para sentarme en estas el resto del tiempo del almuerzo mientras escuchaba música, no tenía mucho apetito así que después de reclamarlo se lo regale a Kendall que estaba mas que feliz de tener una doble ración.

La música en mis audífonos resuena fuerte y siento calma ahora que puedo oírla, Kendall hace poco fue a visitar a sus papás antes de los exámenes y regreso con su viejo MP3 el cual me regaló. Lo mas difícil de todo este tiempo sin teléfono no había sido no poder hablar con nadie, había sido no poder escuchar música. Nunca había sido hablador ni bueno con las palabras, pero la música siempre me había parecido muy honesta, las palabras que yo no lograba encontrar, ya alguien las había pensado y estaban plasmadas en forma de una canción. De ahí nació mi amor por la música supongo, porque llego un punto en el que escucharla no era suficiente, quería tocarla, quería hacer llegar mis sentimientos a alguien mediante la música.

Recuerdo que cuando mamá aun estaba en casa ella fue quien me ayudo a convencer a papá sobre empezar a estudiar, a pesar de que el estaba empeñado en que estudiara un idioma, pero mi mamá creía fielmente que la música y las melodías eran una forma de lenguaje también.

En las clases empezamos con la flauta, solo para familiarizarnos con las notas y las partituras, luego vino el piano que fue un proceso un tanto complicado para mí, sin embargo, tenía que ser bueno para poder seguir ahí, y cuando al fin pude tocar los instrumentos de cuerda, supe que había encontrado lo mío, sentía que ese sonido me pertenecía, la sensación de las cuerdas vibrando bajo mis dedos por primera vez es una sensación que me veo incapaz de olvidar.

Le subí el volumen aún más a los audífonos del MP3, intentando reconocer los acordes y notas de la canción mientras buscaba recrearlos con mis manos en una guitarra imaginaria. No tenia muchas canciones descargadas, principalmente porque como nunca tuve uno de estos no tenia ni la menor idea de cómo se hacía, pero cuando Kendall me lo regalo también me ayudo a descargar unas cuantas. A este punto empezaba a creer que Kendall se había vuelto mi mejor amigo.

Mi primer amigo cercano había sido Aryan, pero el ahora se encontraba en un nivel más allá del de mejor amigo ¿Cuál era ese nivel? Aun no estaba del todo claro, pero sabia que no se comparaba siquiera a los sentimientos de amistad hacia Kendall, era algo que estaba mucho más allá , mucho más lejos.

Este almacén se había vuelto mi refugio en los últimos días, en mi anterior escuela también tenia uno: la azotea. Pero últimamente sentía necesitarlo incluso más a menudo. Me agobiaba fácilmente con cualquier cosa, el ruido fuerte de la cafetería, los olores de tantas personas juntas, quela tela mi maldito uniforme se sintiera como un cartón de lo rígido que es – no supe valorar mi anterior uniforme y ahora me arrepiento – o siendo mas simple, mis propios pensamientos.

Después de clases iba a las aulas de estudio y la biblioteca y podía pasar horas enfrente de mis apuntes y a pesar de leerlas mas de diez veces no lograba retener la información. Nunca me había sucedido eso, me sentía más agotado que nunca.

Aryan & HaruМесто, где живут истории. Откройте их для себя