capítulo diez.

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SoHee estaba extraña, no estaba siendo necesariamente distante pero podía verse la tensión en sus hombros y el nerviosismo en cómo sostenía sus propias manos. Hacía preguntas triviales sobre su día de estudio para llenar los silencios, algo que no era propio de ella.

—Unnie, no puedo seguir haciendo esto. —Soojin la interrumpió cuando le iba preguntando por su tercer profesora, aún con su corazón latiendo con la fuerza del miedo, prefería dejar de darle vueltas al asunto e ir al grano. Mientras menos se demoraran, menos dolería. —Dijiste que teníamos que hablar. Es sobre nosotras, ¿verdad?

Los hombros de SoHee cayeron derrotados mientras ella dudaba por un momento si mirar a su novia a los ojos o no. Al final, lo hizo.

—Sí... Pensaba que podríamos ir por un café a hablar más tranquilas.

—No es necesario.

Soojin tuvo un destello de la vez que había intentado hablar con Shuhua en una cafetería y lo mal que les había ido. Al final le tocaba darle la razón a la taiwanesa, los modales y la cortesía a veces estaban de sobra.

La pelinegra camino hacia la banca más cercana, como era de esperarse SoHee fue detrás de ella para ambas tomar asiento. Soojin podía no necesitar de un café, pero tampoco podía seguir caminando hacia ningún lugar.

—Quieres dejarme. —No necesitaba preguntarlo, era obvio hasta para ella.—¿Pero por qué? ¿Hice algo?

En su mente, SoHee había preparado un típico discurso políticamente correcto para una ruptura. Diría lo justo y necesario, las palabras adecuadas para no dañar a Soojin y de las que no hubiera manera de generar un conflicto. Pero al ver los ojos marrones de súplica de la menor entendió que eso no era lo correcto.

—No hiciste nada malo, de verdad. —Se anticipó a aclarar, con calma. —Es solo que... Soo, tú no me amas. Me aprecias y te gusto, pero no es suficiente.

—Hago más que apreciarte. —La pelinegra respondió algo a la defensiva, pero aún manteniendo la calma. —SoHee, yo te quiero. No puedes no saber que no lo hago.

SoHee se tomó un momento para pensar en lo que quería decir mientras Soojin parecía esperarla paciente y ansiosamente a la vez; ya había hecho un pequeño rasguño en el corazón de la menor, no quería hacer una herida más grave.

—Tú eres genial, de verdad que sí. Eres lista y madura, cuidas a las personas que consideras tuyas y tienes una fuerza de voluntad que admiro, por eso me enamoré de ti. Pero... —Suspiró con pesadez, tratando de aligerar el peso en su pecho. —No es suficiente lo que tienes para ofrecerme. Hay una gran diferencia entre amar a una persona y solamente quererla.

—Solamente. —Soojin repitió, más para si misma que para su ahora ex. Recordándose que había sido insuficiente.

—Es como... Llegamos a un punto en el que me veías como a un cactus mientras yo te veía como un precioso rosedal. Tú me regabas cuando te acordabas, mientras yo estaba detrás de ti siempre que podía. ¿Me explico?

—Sí... —Soojin sonrió genuinamente, aquella metáfora se le había hecho tierna considerando cuánto le gustaban a la mayor las plantas. —Pero, ¿por qué no mencionaste nada? Esto es algo que podemos arreglar...

—No, Soo. —Peino un mechón de su cabello con cariño, se mantuvo acariciando las puntas distraídamente. —Es importante la comunicación en la pareja, obviamente, tú no eres adivina y no puedes saber qué quiero si no lo digo... Pero hay cosas que no se piden, como el amor; yo no puedo decirte cómo amarme, porque jamás sería tu amor. Sería algo falso que pretende serlo, pero sólo serías tú siguiendo un instructivo.

Soojin solo pudo bajar la vista avergonzada, porque no solo no podía discutirle a SoHee, sino que a demás había notado su incapacidad para negarle que no la amaba. Porque era cierto, ella no lo hacía.

—¿Alguna vez te hice llorar?

SoHee negó, soltando su cabello. —No, pero las cosas dejaron de sentirse bien y lloraría mucho si no te suelto ahora.

Soojin solo pudo asentir, aquel era el cierre que necesitaba.
Por primera vez en la tarde ambas pudieron guardar algo de silencio sin sentirse incómodas. Al final acordaron en conservar la amistad, ninguna estaba segura de que realmente fuera a funcionar, pero las cosas habían quedado en buenos términos y sin rencores, por lo que era una posibilidad.

Cuando SoHee se fue y la dejó sola todo lo que pudo sentir fue un gran vacío en el centro del pecho, era insoportable, solo quería dejar de sentirlo. Le escribió a Minnie, su desesperación la arrastró hasta el egoísmo de ignorar la cita de su mejor amiga. Se disculparía más tarde con Miyeon, pero ahora ella la necesitaba más.

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⏰ Last updated: Jun 13, 2023 ⏰

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Por error.   ♡ ˗ˏˋ MiMinWhere stories live. Discover now