Una... ¿cita? pt. 2

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Los Ángeles, California.
Mayo 13, 2022.

Alexandra

Sé muy bien que el mito de la mala suerte en viernes trece es solo eso, un mito. Pero definitivamente hoy no es mi día.

Para empezar, justo hoy, después de cinco días desde que borramos a aquel lobo del clan, es que la policía encontró su cuerpo. Además de la pérdida de un cliente sumamente importante para la empresa tapadera de nuestros ingresos. Luego que Summer me haya visto en uno de mis arrebatos de ira, y no hablemos de que resulta ser policía (sé que me dijo que trabaja para ellos como detective privada, pero para mí, es policía) y para continuar con eso, le lancé el celular sin siquiera darme cuenta.

Marcos me juró que no habría forma en la que la policía llegara a mí por la muerte de ese idiota, pero esto me pone en el foco de atención muchísimo más que si hubiese dejado mis huellas en la navaja con la que lo lastimé.

Lo único bueno de este día, hasta ahora, es el almuerzo con Summer. Ahora que sé que mis sospechas hacia ella eran por ser policía, me facilita un poco más mi trabajo como Lobo Líder y, si puedo hacer que trabaje para mí sin que se dé cuenta o quizás bajo su propio criterio, podría facilitar mi trabajo mil veces más.

«Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca»

Mientras bajábamos en el ascensor, a Summer le llegó una llamada de alguien importante por lo tensa que se puso al contestar la llamada. Tras unos minutos de hablar al teléfono, colgó con un suspiro de alivio y luego sonrió en mi dirección.

—Parece que tenemos algo de suerte hoy.—dijo tras quitarme la tarjeta de visitante.—Tengo el día libre, así que podemos ir a comer ahora, si gustas.

Hace un rato le pregunté si podía en una hora porque pensaba en confrontar a Marcos respecto a esta falta que cometió al momento de deshacerse del cuerpo. Sin embargo, Summer me pidió almorzar ahora y, en lo que a mí respecta, hacerme su amiga lo más pronto posible es lo más importante ahora.

—Vamos. Es hora de almorzar.—dije con una inocente sonrisa.—Espero que no te moleste que el lugar esté un poco lejos.—me disculpé.—El servicio al cliente y la comida son excelentes. Realmente vale la pena esperar por ello.

—Está bien donde sea. Solo quiero alejarme un poco del lugar, realmente estoy empezando a marearme con tanta gente alrededor.—añadió mirando a nuestro alrededor.

*🗡*

Después de media hora conduciendo en el auto de Summer, la llevé a Angelini Osteria, un buen restaurante de comida italiana. Y, además, de un buen menú vegetariano.

Me gusta disfrutar de un buen menú vegetariano entre semana, acompañado de un buen vino.

—Parece un buen lugar.—exclamó Summer admirando el lugar.

—¿Nos sentamos en una de las mesas del exterior o en el interior?—le pregunté antes de entrar.

—Si tienen aire acondicionado, prefiero estar adentro. No soporto el calor.—dijo rodando los ojos.

—Sigo pensando que tu nombre no es compatible con tu personalidad.—me reí por lo bajo dándole un ligero codazo en el costado.

Summer no respondió ni hizo ninguna mueca, por su parte me ignoró y me dejó atrás, entrando en el restaurante.

Luego recordé lo que me dijo sobre sus padres y cuando era niña, me di cuenta de que acabo de hacer un comentario fuera de lugar.

Escogimos una de las mesas cerca de las ventanas, ya que afortunadamente, el lugar no estaba lleno. Summer se quitó su chaqueta de cuero y la puso en el respaldar de la silla antes de tomar asiento. Yo también me senté dejando mi bolso en el piso y mi celular sobre la mesa.

Jugando con la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora