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Ahí estaba, mirando la enorme puerta con pequeños bordados y escrituras antiguas que avisaban que estos eran los aposentos del príncipe. JiMin por primera vez en su aún corta vida tuvo el impulso de abrir y lanzarse a dicha persona.

Negó por aquél pensamiento, ¿Cómo iba a hacer eso? Seguro que acabaría en el calabozo por asaltarle.

Dándose la media vuelta su híbrido casi se sobresalta cuando escuchó la voz de Jungkook al otro lado de la puerta. ───¿Omega...? ───En un suave audible gruñido el más alto murmuró, dando un golpe seco al marco.

JiMin, bueno el lobo del menor se estremeció cuando lo escuchó nombrarle. ───Aquí estoy... Alfa. ───Decía acariciando con las yemas de sus cortos dedos la madera de roble, jadeando insconcientemente. Nunca, nunca había sentido algo parecido, el supuesto deseo de su híbrido. El mayor de ambos se dedicaba a rasgar la puerta con suavidad hasta llegar al pomo, el cuál giró sin ningún cuidado.

───¿Se puede saber por qué no entras, omega? ───Su voz estaba notablemente seria, no comprendía porqué su querido predestinado no había ido a su llamada. ───Entra. ───Usando ahora su voz de mando Jungkook habló mientras se perdía en la oscuridad. JiMin rápidamente le siguió totalmente sumiso, siendo atrapado en cada paso que el daba; viendo a la perfección como el príncipe estaba sentado en la cama, palmeando su regazo. El omega tragó suavemente saliva y como si supiera que hacer rápidamente se dirigió.

Se había acomodado, mirando con interés al más alto que solo se dedicaba a sonreír de forma tan burlona, complacido de la sumisión que el menor había optado. Los labios de Jungkook con lentitud se habían acercado lo suficiente para estremecer más al omega, suspirando tan cerca de su oido. ───Eres tan bonito... ───Con su voz aterciopelada comentó.

JiMin no supo hacer otra cosa que suspirar, sintiéndose de lo más incómodo pero a la vez tan despierto. El menor avergonzado y luciendo un atractivo tono carmesí se mantuvo mirando al más alto, llamándole la atención cuando su híbrido suplicaba por sentir los labios ajenos. Casi como si el mayor supiera de sus pensamientos volvió a suavemente acortar la distancia; besando al omega.

Los labios de ambos se unían en una perfecta sinfonía, siendo perfecto el dulce sabor que JiMin desprendía. Por primera vez Jungkook ansiaba el tacto de alguien, no queriendo que el momento diera por finalizado. ───Yo no debería estar aquí... Su majestad, si alguien se entera... ───Oyendo las quejas ajenas Jungkook lo silenció con otro beso, riendo después. ───¿Qué hay de malo que alguien sepa que estuve con la persona que tanto anela mi lobo interior? ───Era una locura y Jungkook lo sabía; apenas conocía a JiMin, pero sus sentimientos eran del todo sinceros. Durante tanto tiempo su madre lo encerraba con mil omegas de todo el reino, esperando que alguno llegara a cumplir su cometido; ser el destinado de su hijo y futuro rey. A Jungkook siempre le había parecido tonta la idea de la reina, y cada celo que pasaba más. Simplemente sólo valían para satisfacerlo, después los desechaba como un juguete roto.

JiMin negó ante sus palabras, era imposible que ambos estuvieran destinados. Eso era un simple cuento de hadas, no existía tal cosa. ───Su majestad... ───El príncipe negó. ───Llámame Jungkook. ───Dijo.

Antes de poder decir más ambos se alarmaron cuando la habitación se lleno de un aroma tan peculiar; el guarda real estaba junto a la reina admirando la escena. JiMin se escandalizó y se levantó rápidamente se su regazo, pudiendo disculpas tras torpemente realizar alguna que otra reverencia. Por otra parte Jungkook miraba fijamente a su madre, enojado por la repentina interrupción. ───Tanta etiqueta y educación  para nada, ¿Acaso no sabe tocar la puerta, madre? ───Comentó el Alfa tras levantarse del borde, luciendo su torso desnudo cuando por instinto mantuvo al omega tras él. Su madre no lograba creer lo que estaba viendo; ¿Acaso su hijo por fin había encontrado a su persona?

Sonriendo con un gesto hizo que el guardia se fuera, acercándose tras tomar los bordes de su vestido y acercarse. JiMin se mantenía en alerta, manteniendo su anatomía oculta detrás de Jungkook. ───¿Es él? ───La reina preguntó tratando de ver más allá de lo escondido, sólo viendo algunos mechones rubios. Jungkook trató de relajarse, dejando ver nuevamente sus ojos chocolate y moverse, dejando ver a JiMin tras el. No sabía que decir, tampoco que hacer. Nunca había sentido la necesidad de proteger, o amar. A ver sí que necesitaba amar por obvias razones; si ansiaba el trono primero debía casarse.

───No tengo ni idea, madre. Ni siquiera lo conozco, tampoco sé porqué me comporte de una forma tan... primitiva. ───Hizo énfasis en la última palabra mientras se cruzaba de brazos y caminaba por el dormitorio, buscando algo para tapar su tan bien trabajado abdomen y torso. JiMin no sabia tampoco que decir, por ello se mantenía inmóvil escuchando como los otros dos hablaban. ───Creo... y solo digo que creo, talvez es porqué hijo... has encontrado a tú destinado. ───Lo último fue dirigido a JiMin, dedicándole una tierna relajada sonrisa.

El mayor se había alarmado cuando su madre había comentado aquello, el no creía en esas cosas, ya tenía la edad suficiente para saber que eso no existía. Riendo sublime negó y después miró al omega, importandole poco si se sentía ofendido por lo que iba a decir. ───El no es mí predestinado, estaba casi entrando en el celo y debía tomar algo pronto, si hubiera pasado otro omega por la puerta seguramente estaríamos teniendo la misma conversación. ───Murmuró. ───Oye tú, puedes irte. ───Desinteresado hizo un gesto obligando al menor a caminar hacia la puerta sin dejar de jugar con la prenda superior de su ropa. Jungkook no se inmutó, al contrario solo se volvió a sentar mientras abría una de sus tan caras botellas de vino, echando una cantidad bastante favorable. La reina por otro lado se sentía decepcionado con la actitud de su primogénito. ¿Cómo podía llegar aveces a ser tan idiota?

Por otro lado JiMin ya se encontraba vagando otra vez por los pasillos hasta llegar a su dormitorio, dando gracias a que sus dos compañeros estuvieran dormidos.

En vez de tumbarse quiso ir al baño, donde después de cerrar la puerta se dispuso a dejar caer su cuerpo apoyado en la pared. ───Claro... el sólo quería bajar su calentura con alguien... ¿Cómo yo sería su destinado? ───Trataba de sonar coherente sin lograrlo, y es que de un momento a otro se encontraba llorando en silencio.

𓂃命  El omega del rey " [ kookmin ]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu