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El rato se mantuvo de forma agradable, ambos sonriendo y mirándose como si el paraíso estuviera pintando en las orbes contrarias.

La mano de Jungkook se mantenía viajando por el esponjoso y bastante suave cabello del omega; enlazando en momentos sus largos dedos recreando falsos tirabuzones que pronto volvían a su forma original. Por primera vez en un largo periodo el príncipe se encontraba en paz, haciendo algo que le gustaba. El silencio se detuvo cuando JiMin por instinto de su híbrido comenzó a ronronear.

Al darse cuenta de ello, avergonzado desvío la mirada mientras insconcientemente suplicaba a su lobo detenerse. ───¿Acaso... te gustan mis caricias? Que bonito gatito. ───La voz de JungKook hizo eco, sonriendo tan ampliamente al poder deleitarse de aquel tan tierno momento que JiMin le estaba otorgando.

───No sé como se para... ───Respondió; manteniendo aquél característico carmesí pintando sus mofletes. ───¿Quién te ha dicho que debes parar? ───Nuevamente JungKook comentó pero ahora de forma ronca; acercándose con cierto peligro para susurrar en su oreja buscando talvez poner al omega patas arriba. JiMin por otro lado gracias a la tan cercanía del Alfa se puso más nervioso, retrocediendo como podía al seguir sentado sobre sus piernas.

La mano del príncipe bajó sin dejar de palpar cada zona de su bonito acompañante, acariciando con las yemas al compás que sonreía victorioso al saber que estaba consiguiendo lo que tanto ansiaba. Un poco más... pensó acortando más la distancia. ───Mierda. ───Recalcó cuando los portazos en la puerta lo hicieron detenerse; a unos escasos centímetros de los labios de JiMin. ───NamJoon te voy a joder vivo. ───Tenso murmuró obligando a JiMin a dejar sus piernas.

El omega ante eso firme se levantó con su corazón pidiendo una segunda oportunidad, ¿Acaso iba a ser besado por el príncipe?

───¿Qué quieres? ───Abriendo con tan mala cara JungKook habló, viendo como su más fiel compañero le pedía perdón solo con su mirada. ───Majestad... debe bajar a las mazmorras... es ya sabes. ───Sin querer dar más detalles Nam murmuró tras saber que aún el omega se mantenía en aquellos aposentos. JungKook apretó su mejilla interior con ayuda de su lengua; asintiendo.

Byul era un auténtico dolor de muelas, ¿Por qué coño debía siempre liarla en el momento menos oportuno?

Mirando a su casi beso de la noche hizo una extraña mueca de lamentación, cosa que JiMin pronto entendió. ───Su majestad... no importa, debe hacer cosas y lo entiendo. ───Murmuró. ───Um... gracias. ───Sin saber el porqué pronto lo dijo, sonriendo como él hacía para caminar hasta la puerta seguido de Jungkook, el cuál solo era capaz de maldecir en el subconsciente.

Bajando por las amplias escaleras junto a un par de guardias ahí estaba JungKook, jugando al acariciar los barrotes haciendo el tan característico sonido cuando el bastón tocaba estos. ───Aquí es. ───YoonGi murmuró señalando la celda dónde Byul descansaba.

Un gesto fue suficiente para que Nam y YoonGi abrieran y obligaran al omega a sentarse, siendo intimidado por el príncipe. ───¿Qué quieres hablar conmigo? ───Dijo. ───¿Acaso crees que después de dañar algo mío pienso dejarte ir de... rositas? ───JungKook dijo.

Las orbes de Byul se abrieron de par en par cuando el Alfa había mencionado al rubio como suyo. ───¿Disculpa...? Te recuedo que fui yo quién siempre estuvo a tu lado. ───A medida que el omega hablaba dejaba un agrio aroma a su paso, Byul estaba enojado. ───¿No me digas que se abrió de piernas tan rápido? ───Los labios del omega se retorcieron en una asquerosa sonrisa al buscar un hecho.

𓂃命  El omega del rey " [ kookmin ]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz