Capítulo 40: El arrepentimiento de no guardar silencio.

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-— Tengo algo que confesar -— Wang Yibo dejó la botella de alcohol sobre la mesa al ver que ya estaba vacía.

-— Adelante, cuñado, nosotros escuchamos -— Henry se apresuró en servirle otro poco de alcohol de la cuarta botella que quedaba.

Los cuatro llevaban un buen tiempo dentro de un pequeño restaurante, pues luego del sorpresivo encuentro que tuvieron los tres jóvenes no habían tardado en arrastrarlo a sentarse junto a ellos a comer y beber bajo la excusa de que no habían tenido oportunidad para conocerse bien, aunque en realidad solo esperaban obtener una comida gratis de su parte ya que andaban cortos de dinero.

Wang Yibo se quedó observando el vaso nuevamente lleno con bastante atención, como si no hubiese algo más entretenido en ese momento, no recordaba cuántos tragos le habían obligado a beber hasta el momento pero estaba seguro de que debieron ser varios que hasta incluso había olvidado la urgencia que tenía por regresar a casa con el doncel.

Wang Yibo soltó un suave suspiro y continuó:

-— Es algo muy terrible que hice y de lo que me arrepiento todos lo días.

- —Adelante cuñado, no vamos a juzgarte —- dijo Lay con las mejillas casi llenas de comida, más ocupado en comer su cuarto plato de comida que en prestar atención al contrario.

Para Wang Yibo había sido demasiado difícil guardar sus pecados y arrepentimientos en su corazón, y de estar sobrio aún lo habría hecho, pero estaba tan ebrio que las palabras fueron fluyendo de sus labios sin ningún problema:

-— La verdad, no he tratado nada bien a Zhan desde que nos comprometimos.

Johnny soltó una sonora carcajada dejando sus palillos sobre su plato y habló como todo un hombre maduro, o al menos era lo que trataba de aparentar.

-— Eso es normal, suele pasar en todas las parejas, pero ya verás que...

-— Lo humillé el día de nuestro compromiso —- soltó Wang Yibo y la animada sonrisa que los tres jóvenes tenían en el rostro se congeló -— , incité a nuestros compañeros de escuela a hacerle bullying, fui tan lejos que incluso me atreví a denigrar todo de él y le dije que lo odiaba, y casi destruyo su reputación e imágen el día de nuestra boda, y yo...

Sólo el sonido estridente de un cristal haciéndose añicos se escuchó llamando la atención de todos los presentes que estaban ahí y cortó las palabras de Wang Yibo. Las gotas de sangre comenzaron a bajar por la mano de Johnny y cayeron sobre la mesa que ocupaban, pero nadie se asustó por el accidente además de Wang Yibo, el resto de los buenos amigos de su esposo tenían los ojos fijos en él, expresando una aterradora y sombría mirada.

—- Hermano Lay, llama a Darren -— ordenó Johnny hablando entre dientes sin apartar su feroz mirada del esposo de Xiao Zhan —-. Dile que regrese para ayudarnos a esconder el cadáver de este mal nacido porque ¡ esto no se va a quedar así! -— exclamó furioso empuñando el cuchillo de los cubiertos con el que anteriormente había estado cortando el filete de su plato, se levantó con tanta violencia que la mesa fue volcada derramando toda la comida y las botellas de alcohol sobre el suelo.

Ante tal suceso el resto de las personas se sobresaltaron asustadas y Wang Yibo también trató de levantarse pero por falta de equilibrio terminó cayendo de espaldas sobre su silla, de repente la ebriedad se había ido.

-—¡ Cómo te atreves a lastimar a nuestro hermanito !¡ Maldito hijo de puta, voy a matarte!

-— ¡ Darren! —- Lay no esperó para marcar a Darren -—. Ven y llévate al pequeño jefe porque su esposo es un grandísimo idiota que lo estaba maltratando a nuestras espaldas, pero no vivirá para contarlo.

El Prometido De La Familia Wang. // YizhanOnde histórias criam vida. Descubra agora