Min Yoongi es un joven productor, maestro de música en la mejor universidad de Corea y rapero, ama tener sexo, no quiere enamorarse, solo quiere sexo alocado, eso hasta que conoce a la indicada
Iby, es una de las mejores alumnas que tiene la univers...
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Observando a su hermano entrar a su departamento sin mirar a nadie y sentarse al lado de Iby, Taehyung se dió cuenta del gran amor que Yoongi le tenía a su novia.
Observó a su novio, el cuan lo estaba viendo a él con esos ojos llenos de amor y no pudo evitarlo más, se levantó de su lugar y fue directo a los brazos de su novio.
– ¿Te sientes mal? – le pregunto Jungkook a Taehyung al ver que se sentaba en su regazo y escondía su rostro en la curvatura de su cuello – bebé, no tengas miedo de hablar, yo estoy aquí para ti –
– Es solo que apesar de toda la mierda que viví en la mañana – salio de su escondite y señaló a su hermano quien estaba revisando a Iby para ver si no la habían lastimado – estoy feliz de que ellos estén juntos, se aman y merecen ser felices y estar juntos –
– Si, lo sé, pero ambos sabemos que si se descubre lo de ellos dos, no será nada fácil para ella –
– No, no lo será – pronunció con desagrado – la van a destrozar viva y no quiero – observó a su hermano – amo a Yoongi, es mi hermano, pero ella es mi mejor amiga, la primer amiga que tuve – expreso – fue la única que se acercó a mi y me ofreció su amistad sin nada a cambio y no le daré la espalda cuando su mundo se caiga a pedazos –
– ¿Y tú hermano? – preguntó acariciando la cintura de Taehyung – ¿le darás la espalda a él cuando todo se venga abajo? –
– No, pero él tiene sus propios amigos que estarán con él, mientras yo estoy con ella – sonrió cuando vio a su hermano comerle la boca a su mejor amiga – oigan, hay niños aquí – aplaudió para que notarán su presencia – si van a follar vallan a mi habitación –
– Tae – Yoongi lo miro con ojitos de cachorro arrepentido – Yo....... Lo siento tanto hermanito – se levantó de su lugar y dio unos pasos para llegar hasta su hermano, le tendió la mano y lo atrajo a un cálido abrazo – perdóname por favor, soy un idiota por hacer esa estúpida broma –
– Si, si, ahora suéltame o van a pensar que si somos pareja – expreso con una hermosa sonrisa
– ¿Quien va a pensarlo? Aquí solo estamos nosotros –
– Dah, pues mi novio – sonrió y se volvió a sentar en el regazo de Jungkook – ¿Alguien tiene hambre? – preguntó como si lo que vivió en la mañana ya no importará más
– Tae, bebé, no podemos pedir servicio a domicilio porque hay miles de personas allá afuera queriendo entrar – explico su novio
– Mmm, pero yo tengo hambre – hizo un hermoso puchero
– Yoongi puede hacernos de comer – pronunció Iby y su novio la observó de mala gana – anda amor, tu hermano tiene hambre y todo esto es por tu........·
– Si, lo sé, es mi culpa, ya entendí – hizo una mueca y camino hasta la cocina
Con una sonrisa, Iby miro a sus amigos y luego siguió a su novio, amaba pasar tiempo con él, desde que conoció a Yoongi, se sintió atraída por él, jamás imagino que años después, este sería su profesor de música y después su novio.
Amada todo de Min, desde su talento, su forma de hablar, como mueve sus manos al hablar y toca sus labios, su sonrisa de gomita, las muecas que hace cuando algo no le parece, la cara de culo que pone cuando está enojado, su voz ronca y la forma tan sexy de relamerse sus labios
Todo en él la volvía loca.
Sin contar esa cosa que tiene entre sus piernas.
Eso la volvía aún más loca.
Parándose detrás del mesón, Iby observó a su novio moverse con destreza por toda la cocina y cortar verduras para saltearlas.
– ¿Necesitas ayuda? – preguntó cuando Yoongi se quedó viéndola por un instante
– Te amo – fue lo único que digo antes de voltearse y seguir cocinando
Iby sintió unas inmensas mariposas en su estómago, revoloteando por todos lados con solo esas palabras.
Era verdad que Yoongi siempre se las decía, pero que las dijera de la nada o sin previo aviso, la ponía de cabeza.
– También te amo, Yoon –
– Y yo amo comer – pronunció Taehyung llegando a la cocina tomado de la mano con su novio
– Y yo te amo a ti, bebé – Jungkook se sentó en un banquito y atrajo a su novio para que recargara su espalda en su fuerte pecho
– Que cursis son – Yoongi hizo una mueca de asco fingido y todos sonrieron
Ya era normal para ellos que Yoongi no podía ver a los demás ser cursis o demostrar su amor frente a él, porque todo le parecía cursi y asquerosamente dulce, lo que según él, le causaba diabetes.
Patrañas, él era igual o más cursi que todos ellos, solo que este lo era en casa, cuando nadie los veía.
Al igual que era un jodido apasionado una vez cruzaban la puerta de la habitación.
– Ayuden a poner la mesa, ya yo les hice de comer – dijo sirviendo los platos
Iby ayudo a servir el arroz y llevo las copas a la mesa, Taehyung saco una botella de vino, mientras Jungkook dejaba los servicios en la mesa.
Los cuatro se sentaron en la pequeña mesa y se dispusieron a comer entre una agradable conversación trivial.
Yoongi les hablo de sus próximos proyectos, en los cuales en uno de ellos estaba Taehyung incluído, Jungkook les platico que quería sacar un álbum antes de terminar la universidad, he Iby, ella tenía su empresa, pero un profesor se había acercado a ella para ver si no quería dar clases de piano en un colegio.
Aún no sabía que hacer en realidad, queria dedicarse a su empresa, si, y más porque tenía nuevos talentos a los cuales apoyar, como Jimin y Jungkook, pero aún le faltaban unos meses para terminar la universidad, así que no se estresaria ahorita.
– Bueno, como yo hice la comida, ustedes lavan los trastes sucios – informo Min poniéndose de pie
– Oye, pero se supone que venías a llenarme de mimos – se quejo Taehyung – le diré a mamá que te solo estuviste aquí unos minutos y te fuiste – amenazó
– Para que quieres mis mimos, allí está kook, el te dará más que eso – movió sus cejas jugetonamente – además, mañana tengo que hacer muchas cosas y quiero dormirme temprano –
Con un puchero en sus labios, Taehyung se despidió de su insensible hermano y luego observó a su lindo novio
– ¿Te quedas a dormir? – preguntó con una sonrisa traviesa
– ¿Seguro que quieres dormir? –
– No, no quiero dormir – sonrió tomando su mano y guiandolo a la habitación
