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Ethan.

Ese fue el nombre que Louis eligió cuando entró en labor, al lado de un "Darcy" con la caligrafía de Harry. Ambos habían decidido que el nombre que se le pondría al pequeño sería del sexo que naciera, y ganó Louis.

Nació un 3 de enero en la madrugada, cuando Louis rompió fuente y sintió las contracciones ser lo demasiado intensas como para ir al hospital de pueblo. Harry estuvo a punto de desmayarse más de una vez. Sus amigos y familia les ayudaron a que todo saliera como debería, y hoy sería el día en que Zayn, Liam, Niall y Taylor llegarían a la ciudad. Louis estaba tan emocionado que no había podido pegar un ojo en toda la noche desde que les dijo.

Ya había pasado un mes, y aún no podía creer que su pequeño cachorrito estaba con ellos. A cada hora se levantaba para ver si respiraba, si estaba despierto, si no se había dormido en una posición que no debería. Y los momentos en los que no estaba cuidándolo, estaba bostezando y mirando con ojitos cansados a su prometido. Cómo su respiración demostraba lo agotado que estaba, su perfecto perfil hacia el techo, cada detalle de él. Puede decir que tuvo tanta suerte de encontrar a alguien tan atractivo para contraer matrimonio, tanto que puede entender la envidia que pueden llegar a tenerle otros omegas por lo que él posee. Es suyo, y él también le pertenece. Sentirlo en una noche tranquila de lunes es lo que lo hace más real, y ya no tiene miedo de perderlo porque simplemente puede estirar su brazo y recordarse que él está ahí, a unos centímetros de él.

De pronto, un llanto comenzó a escucharse justo a un lado de la cama. Louis, como si no hubiera estado despierto toda la noche, sonrió y tocó el brazo de Harry.

—Amor, el bebé llora. Te tocaba a ti.

Bostezó dándose vuelta, cerrando sus ojos para hacerlo todo más creíble. Sólo Dios sabe cuánto amaba decir esas palabras. Saber que tenía a un alfa a su lado, pero no sólo un alfa, sino alguien que sabía podía contar, lo ayudaba, lo apoyaba en todo momento. Cada que salía a la calle veneraba su nombre, porque se lo merecía. Era un buen hombre tanto en casa como afuera, nunca escuchó ningún rumor sucio de él, y creía que si de algo había que estar orgulloso era de la familia que formaron.

Harry era todo un padre. Cuando él era pequeño, notaba cómo los padres de sus mejores amigos los abrazaban, jugaban con ellos, iban a actos escolares tontos, no se quejaban de las cartas o demostraciones vergonzosas que recibían, festejaban sus logros y los acompañaban en sus penas. Eso era todo lo que Louis quería tener. Eso era lo que Louis pensaba que Harry sería para su hijo una vez que él creciera.

Llámenlo cursi, pero imaginó cada escenario del futuro con Harry a su lado. Siempre con Harry a su lado.

—Voy, bonito...

Harry realmente sí estaba durmiendo. Profundamente. Soñaba con su comida favorita. Pero también conoce a su omega, y sabe que no había dormido en ningún momento sólo para poder decirle cuando le tocara a él el cuidar al pequeño.

Dejó un beso en la frente de Louis, dirigiéndose a la cuna de Ethan para tomarlo en los brazos, meciéndolo para calmarlo mientras lo llevaba hasta el baño. Su pañal estaba sucio.

Louis miró toda la escena, sonriendo cuando la luz se prendió, viendo cómo Harry cambiaba al pequeño y le murmuraba cosas que no podía descrifrar, pero estaba seguro que eran dulces y buenas. Cree que escuchó un "tu mami necesita dormir", pero quizás sólo fue su subconsciente que le rogaba que cerrara los ojos porque sería un día largo. Cuidar a un niño no es nada sencillo.

Él quería ser para ese pequeño todo lo que necesitó siempre.

Cuando Harry regresó y puso a Ethan limpio y durmiéndose, se recostó en la cama abrazando por un costado el cuerpo del menor.

Sweet Nothing [H&L]Where stories live. Discover now