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Esa noche no hablaron acerca del divorcio con Adam. No hablaron de por qué Ethan lloraba cada que Anne se le acercaba o quería alzarlo. No hablaron del por qué no se comentaron varias cosas al otro. Louis tenía miedo de iniciar la charla. Harry tenía miedo que ella lo acabara todo.

Ninguno durmió del todo bien esa noche.

[...]

—Odio cuando vas a trabajar, simplemente me quedo esperándote todo el día. Eso no es justo para el bebé.

—Amor, Ethan es pequeño, no sabe lo que pasa.

—No hablo de Ethan, ¡hablo de mí!. Todas esas horas estoy pensando en ti, guapo.

Ambos estaban abrazados sobre la cama, compartiendo caricias ligeras y creyendo que la ropa estaba sobrevalorada. Acababan de terminar de hacer el amor luego de que Harry llegara del trabajo. Una parte de él cree que no fue casualidad encontrar a Ethan dormido en una profunda siesta una hora más tarde de lo que normalmente lo hacía.

—Sabes que tengo que traer el dinero a casa, aunque me gustaría quedarme aquí.

—¡Entonces renuncia!—besó sus labios, atrayéndolo y haciendo que su atención se enfocara en él únicamente—Podemos ir a vivir en el campo, en una granja. Viviríamos de las cosechas, no tendrías que irte en ningún momento.

—Sólo son unas horas.

—¿No iremos a la isla?.

—Creí que habías dicho granja.

Louis por un momento perdió la idea, y eso hizo que Harry riera negando con la cabeza. Le encantaba seguirle el juego en todo momento, porque aunque su omega no lo creyera, él también vivía extrañándolo. No importaba si se iba unos minutos al baño de ida y vuelta, a veces sólo quería permanecer pegado a él por toda una vida completa.

—Iremos, prepara las maletas. No importa dónde, yo te sigo.

—¿Podemos?, ¿quieres?.

—Llevaremos a Ethan donde sea que quieras.

Charlas de almohada. A Louis le gustaban, y cree que es su parte favorita del día. O por lo menos en este momento, porque está seguro que el segundo posterior podría competirle, y el segundo posterior a ese, y de esa forma todos los días se transforman en algo que repitiría, añora, clava en su corazón.

Le dedicó una mueca de felicidad, compartiendo risitas por debajo de las sábanas.

Se quedaron en silencio. Sólo se escuchaba la lluvia del exterior. Por la primavera, las flores necesitaban del agua. Desde hace unas noches, comenzaba a llover en un horario específico. Tres, cuatro noches. El mismo tiempo en el que Louis llegó a la conclusión de que la primavera se había convertido en su estación favorita.

Tal vez era el momento adecuado para preguntarle.

—Harry...

—¿Sí?.

¿Estaba quedándose dormido?. Ups.

—¿Ya pensaste en lo que haremos con respecto a tu celo?.

Su cuerpo se tensó, así como la línea delgada entre la insistencia y la preocupación. Claro que Louis se preocupaba por él, era su omega, pero ya había tomado una decisión.

—Sí. Ya lo hablamos. Te dije que me quedaría en la habitación de invitados y Sarah junto con Mitch te ayudaría con las cosas de la casa.

—Lo sé, pero pensé que quizás habías cambiado de opinión. Ya sabes, será el primer celo que podemos pasar juntos, amor.

Sweet Nothing [H&L]Where stories live. Discover now