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—Oh, Anne, he estado leyendo el libro que me recomendó.

—Me alegra mucho, querido. Me encanta que leas cosas de cultura, sobretodo si te las recomendé yo.

Harry no lo podía entender.

¿Cómo es que su madre actuaba tan feliz, como si no hubiera criticado a su chico de pies a cabeza?. Estaba tomándolo de la mano y dando leves apretones en ella cada que compartían risas, bebiendo de sus tazas de té en sincronía. Le hablaba tan dulcemente, lo miraba atenta a cada palabra que decía, acomodando un mechón de su cabello al pedirle permiso ya que estaba cayendo en su frente.

Cuando una semana atrás le estaba diciendo que quizás debería casarse con alguien más.

—¿Y dónde está Gemma?. Le he comprado un regalo para felicitarla por su nuevo trabajo y aún no la vi.

—Ella llegará más tarde, amor. Va a venir en el auto de su novio ya que quería esperarlo para cuando saliera del trabajo. Lo más probable es que lleguen antes del almuerzo, pero se quedará en el hotel para descansar seguro.

—¿Ya regresaron?.

Murmuró Harry, quien había estado callado durante todo el desayuno.

—Uh, sí. Y estoy tan feliz por ellos. Ese chico es bueno para ella, estudia y trabaja, nunca ha tenido conflictos, quiere una boda con ella. Es una lástima que sean inestables, aún no se han dado cuenta lo mucho que se quieren.

Negó con la cabeza, dando otro sorbo, y luego miró a Louis que prestaba atención a Ethan. Él estaba despierto, pero casi no emitía tantos ruidos.

—¿Cómo está mi lindo nieto?, ¿se ha estado portando bien?.

—Oh, sí. Es un ángel. A veces llora en las noches pero es demasiado bien portado. No sé cómo pude tener un niño tan bonito.

—Claro que sí, corazón. Te lo mereces.

Cuando Harry iba a hablar, justo su madre le preguntó a Louis si podía cargarlo. Él le respondió que no habría problema, pero en cuanto estuvo en los brazos de Anne comenzó a llorar al removerse incómodo.

—Oh, lo siento, Anne. Quizás hoy estuvo algo irritado, no es por ti, estoy seguro.

Louis se levantó con Ethan aún llorando, saliendo un momento del lugar para caminar alrededor para calmarlo.

En cuanto cerró la puerta, Harry quiso levantarse para acompañarlo y no quedar a solas con su madre, pero fue demasiado tarde cuando escuchó lo siguiente.

—Oí por ahí que ya están buscando un cura para que los case...

—¿Uh?—Se hizo el desentendido.

—A ti y a Louis.

—Ah...—Como si no estuviera una idea de lo que hablaba. Como si no hubiera sido él el que le insistió a Louis aquello—Sí, bueno, queremos tomarnos las cosas con calma antes del gran día. Es obvio que les avisaremos con tiempo, mamá.

Fue un destellar en el que Anne supo que su hijo estaba dudando, se notaba en su voz insegura. Por Dios, ella lo crió. Y si ella le pedía en ese momento que no se casara, lo más seguro era que él le haría caso.

Pero no mencionó nada, y el momento de tensión se fue en el segundo en el que vio a su chico entrar por la puerta con su bebé. ¿Cómo pudo pensar un momento en estar de acuerdo con su madre?, era ilógico. Ese chico sólo era inocencia y amor puro.

—Ethan se durmió, iré a dejarlo en la cuna. Anne, ¿hay algo más que se te ofrezca?.

Después de tanto tiempo sometido al maltrato y las exigencias de su suegra, Louis puede decir que por fin aprendió a ser un buen esposo, un buen yerno. Cómo hacer la comida, cómo preparar un buen té, en qué momento exacto hacer las preguntas correctas, qué decir, cómo moverse era fácil. Nada era tan complicado como complacer a alguien que de plano te detesta.

Sweet Nothing [H&L]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora