7

257 28 4
                                    

Nunca se había sentido tan solo.

Louis miraba el cielo, sintiendo la brisa recorrer su cuerpo. Se había ido de casa, pero luego regresaría. Louis siempre regresaba.

Es sólo que se sintió abrumado por todo. Se sentía presionado, y el miedo de volverse a encontrar a Emma recorría su cuerpo al menos una vez cada diez segundos.

Respira. Respira. Es un pueblo pequeño y ella seguro se cruzaría de calle al verlo. Ya le dijo todo lo que tenía para decirle, ¿qué más podría escuchar?. ¿Qué otro sucio secreto podría escuchar su esposo acerca de su pasado que lo alejaría aún más?.

¿Que una vez robó un paquete de galletas porque tenía hambre?, ¿que una vez deseó encontrar a su padre muerto de borracho de regreso de las prácticas de fútbol?, ¿que una vez se preguntó en qué pasaría si simplemente se juntaba con un dulce omega en lugar de los estúpidos alfas que rodean el mundo?.

¿Por todo eso también lo juzgaría?.

Entró a una tienda, molesto. Compraría la primer estúpida e insignificante cosa que viera y la llevaría a casa, sólo por un capricho.

Sus galletas favoritas. Las tomó y las pagó, saliendo de la tienda para ir comiendo en el camino hasta que chocó con alguien.

—Lo siento.

Murmuraron al mismo tiempo, y lo primero que pudo notar fue el aroma a alfa que emanaba ese hombre alto y fuerte. Pino, olor a lluvia. Parecía asiático, refinado, y simplemente no entendía qué hacía un hombre tan guapo y con traje en un pueblito como ese.

—Fue mi culpa.

—No. Definitivamente fue mi culpa, venía enfocado en abrir mi paquete de galletas que simplemente no lo vi.

—Yo estaba en las nubes. Discúlpeme por haberlo chocado, joven.

¿Joven?, si ese hombre parecía tener más o menos la edad de su casi ex esposo.

—Está bien. Discúlpame a mí también. ¿Hay alguna forma para compensarlo?.

—No deberías, pero sí venía a preguntarle al dueño de la tienda si conoce al omega Louis Tomlinson. Me dijeron que vive cerca de aquí.

¿Lo buscaba a él?. ¡Claro, por ello estaba aquí el hombre refinado!. Debía ser el nuevo abogado para su caso. El anterior renunció al enterarse de quién era Adam, o más bien, la familia de Adam.

—Sí, soy yo. Justo estaba viniendo a comprar algunas cosas, uh, ¿quiere que lo guíe hasta mi casa?. Es la que está al final de estas calles, hacia el lago.

—No, no. No se moleste. Vine a entregarle unos papeles del divorcio, preguntas a estudiar, más el precio por las consultas telefónicas y las próximas que tendremos hasta terminar por completo todo lo relacionado a la orden de alejamiento.

—Entiendo. Gracias. Ya sabe los horarios en los que estoy disponible para hablar de... de mi relación con ese tipo y demás cosas. Sólo quiero alejarlo por completo de mi vida. Usted fue el único que quiso tomar el caso.

Louis sonrió un poco, recibiendo las cosas y asintiendo con la cabeza.

—No se preocupe. Tiene todas las de perder, sólo debemos armar bien su caso y tenga por seguro que se quedará con todo, y estará tranquilo. Sólo tiene que permanecer sin decirle su dirección a nadie más por algún tiempo.

—No se preocupe, está bien. Muchas gracias.

—Haremos lo posible por mantenerlo alejado al máximo de usted.

[...]

Cuando cerró la puerta de entrada al llegar, no se esperó ver a Harry sentado frente a él, cruzado de brazos.

Sweet Nothing [H&L]Where stories live. Discover now