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{El caníbal de Holmes Chapel ataca de nuevo.}

Harry Styles estaba sentado en su cómodo sillón declinable, mientras veía el televisor de la estancia con una taza de café en sus manos.
Sonrió para sí, al ver una de sus hazañas en televisión.

{Ahora a atacado a la joven de 17 años 'Caroline Swan' La autopsia a revelado múltiples apuñaladas en su estómago. Tenia signos de violación y le han quitado el corazón. Una víctima más a la carpeta de este loco.}

Harry soltó un risa que sonó en toda la habitación y apagó el televisor con el mando a distancia.

— ¿Loco? Yo no estoy loco. — Dijo con una expresión divertida, como si le divirtiera la situación. — Sólo practico un hobbie, ¿Tú qué piensas Dana?

Volteó a su derecha y le dedicó una sádica mirada a la chica que a la silla se encontraba amarrada. Tenía la boca amordazada con las manos atadas en el reposa–brazos incluso los pies estaban atados a las patas de la silla en un fuerte nudo con una cuerda.

H se levantó del sillón y se colocó a la altura de la chica, que por la cercanía comenzó a llorar.
Cuan arrepentida estaba Dana al haber aceptado una comida con el Señor Styles.

— Calma Dana, no te haré daño. — Se incorporó de vuelta y caminó a la mesita de centro, donde minutos antes había dejado su taza de café. Sopló al notar lo caliente que estaba, dió un sorbo un poco, degustando aquel familiar sabor. — ¿Quieres?

Ofreció extendiendo su taza frente a la cara de la chica, ella negó con la cabeza y bajó la mirada al suelo. Estaba segura que no saldría viva de eso.

— Sabes, tengo mucha hambre ¿Tú tienes hambre?. — Preguntó con un cierto brillo en sus ojos y recorrió con la mirada el cuerpo de la pelirroja.

Dana volvió a negar con la cabeza, haciendo que el rizado frunciera el ceño

— Pero si a eso has venido, a comer. — Le quitó la cinta de la boca y se acercó a centímetros de su rostro. — ¿O me equivoco?

— No me haga daño, por favor. — La chica rogó sorbiendo su nariz.

— ¿Por qué todos piden lo mismo?. — Besó la frente de Dana y se alejó de ella, contemplándola. — ¿En qué platillo sabrás mejor?

Dana abrió los ojos de golpe y tragó saliva. Observó al chico frente a ella, si horas atrás sabría que moriría bajo las garras de un loco, no se le hubiera ocurrido coquetear con él.

Pero ahora no podía retroceder el tiempo, tenía que atentarse a las consecuencias de sus actos casi carnales.

H de pronto tronó un dedo, como si una idea se le hubiera ocurrido. — Que te parece, sesos rebozados al parmesano.

Dana soltó un sollozo. El rizado rodó los ojos, odiaba cuando sus invitados lloraban al saber en que platillo los convertiría.

— No se hable más. — Harry dejó de nuevo la taza en la mesita y caminó hasta la cocina, ignorando por completo el llanto de la pelirroja.

Ya en ella, se sirvió una copa de Brunello di Montalcino, su vino italiano favorito, tomó el cuchillo de la mesada y caminó de vuelta a la estancia.

— Bien Dana. — Levantó el objeto filoso a la vista de la chica. — Es hora de divertirnos.

La chica sólo pudo tragar saliva al oír aquellas frías palabras salir de los labios del hombre frente a ella.

(🍒)


Hola.
Espero y les guste el primer capítulo.
Me alegra saber que hay personas que les gustó esta idea.

No se olviden de recomendarla.
Besos
- xx

hannibal.→ larry. (editando.)Where stories live. Discover now