hannibal.→ larry. (editando.)

08.

advertencia:
el siguiente capítulo cuenta con contenido sensible no apto para todo público, se recomienda discreción.

Lentamente abrió sus ojos y la oscuridad se hizo presente ¿Cuándo fue que se quedó dormido?

Se levantó de esa desconocida cama y comenzó a caminar alrededor del cuarto, ni siquiera recordaba cómo había llegado ahí. Se miró en el pequeño espejo reposado en la pared y por el reflejo vio unas escaleras detrás de él

Las subió y llegó hasta la puerta, tomó el pomo pero este no giraba. Ahí fue cuando se dio cuenta de que estaba encerrado.

Por un momento su preocupación aumento ¿y si estaba secuestrado? ¿Qué harían con él? Se volvió a sentar en la cama y cayó en cuenta de que al único, al que había visto por última vez, era Harry.

¿Él lo había secuestrado? ¿A eso de dedicaba? Y él como un confianzudo le había contado casi la mitad de su vida. Se golpeó con la palma de la mano en la frente, era tan ingenuo.

Se volvió a recostar en la cama, tendría que esperar a que el hombre fuera a verlo, aunque eso tardara un buen rato. Cerró los ojos y cayó casi al instante en un profundo sueño.

Unas grandes manos movieron su hombro, abrió los ojos y se topó con una cara bastante conocida. Era Harry, posiblemente su secuestrador

— Hola.— Saludó Harry.

Louis se alejó de su toque y se sentó en la cama, retrocedió aun sentado hasta que su espalda topó el respaldo de la cama. Abrazó sus piernas y se escondió detrás de sus rodillas.

— ¡Hey! No tengas miedo.— Dijo en un tono burlón al hablar.

— ¿Qué...... qué hago aquí?— Preguntó asustado levantando lentamente su mirada al rizado.

Harry sonrió al ver los grandes ojos azules del más bajo llenos de miedo, eso le excitaba sin duda.

— ¿Qué haces aquí?— Preguntó frotando su barbilla.— ¿Acaso no es obvio?

— ¿Vas a matarme?— Preguntó temeroso por la respuesta.

— Oh claro que sí.— Sonrió mostrando sus hoyuelos. Louis abrió sus ojos asustado y varias lágrimas escaparon cayendo por sus mejillas.

— ¿Por qué yo?— Mordió su labio nervioso, algo común en él.

— Por ser demasiado bonito.— Murmuró, sonrió al ver como el chico frente a él comenzaba a llorar.— Pero no te preocupes bebé, por ahora no lo haré.

Louis sorbió su nariz y lo miró con temor.— ¿no?

— No, primero me divertiré contigo.— Sonrió malévolamente acercándose a él.

— No te me acerques.— Gritó, quiso seguir retrocediendo pero la pared lo impedía. Harry sonrió más y gateó hasta quedar frente al castaño.

— Te gustara, lo prometo.— Sus ojos se encendieron de inmediato. Pasando así de verdes a negros, llenos de excitación.

H se acercó hasta que su cara quedó a la altura del cuello del menor, movió la cabeza de Louis con la mano, teniendo así una perfecta vista de la curva del cuello. Pasó su lengua por ésta, haciendo estremecer al más bajo.

— No por favor.— Rogó mordiendo su labio inferior. Harry lo ignoró y atacó su cuello, comenzando así a chuparlo y besarlo, con sus grandes manos envolvió la pequeña cintura de Louis, lo arrastró hacia el centro de la cama, quedando así acostado y encima suyo. En ningún momento se apartó de su cuello.

— Sabes tan bien.— Murmuró en su oído.— No puedo esperar a probar ese enorme trasero que te cargas.

— No me haga daño.— Susurró asustado mientras cerraba los ojos fuertemente.

— No cierres los ojos cariño.— Dijo, pero no se lo decía por querer seguir viendo esos hermosos ojos color zafiro, no, sino por ver aquel miedo que de ellos emanaba.

La ropa de Louis fue desapareciendo poco a poco, era una gran vista la que Harry tenía, su piel era bronceada y suave y su trasero era mejor de lo que imaginó.

La ropa de Harry sobraba en esos momentos, con rapidez fue sacándola, dejando al descubierto su gran cuerpo de adonis.

— Perfecto.— Susurró succionando una clavícula de Louis, dejando así una marca rojiza.

— No ¡Por favor! No.— Rogó una vez más al sentir como era tocado.

— Muy tarde.

— No quiero.— Susurró y en su afán por parecer fuerte, pateó fuertemente el pecho de Harry haciendo que éste cayera de espaldas.

— Nunca debiste de haber hecho eso.— Dijo levantándose del suelo y abalanzándose de nuevo hacia él.

Louis comenzó con el forcejeo, uno muy inútil, porque Harry era mucho más fuerte que él. H abrió sus piernas y las inmovilizó con las suyas.

— Deja de moverte.— Golpeó fuertemente su mejilla.

Louis soltó un sollozo cuando los dedos del rizado estaban tanteando su entrada. Decidió voltear a otro lado y pensar en cosas bonitas, cerró los ojos y suspiro varias veces, H lo volteó bruscamente teniendo una vista de su trasero.

— ¡Que culo más grande!— Exclamó feliz y con descaro apretujó ambas nalgas ganándose un chillido por parte de Louis.

Una lágrima salió de su ojo, era injusto, como a tantas personas en el mundo, justamente le ocurría a él.

— ¡Me encanta!— Sin avisar metió un dedo en Louis, haciendo que éste gritara, ¡Cielos! Si que dolía.

— No.— Gritó.— Duele.

H hizo caso omiso y metió otro más, era una deliciosa sensación la que sentía, como las apretadas paredes del castaño abrazaban sus dedos, estaba ansioso por meter su pene.

Sacó sus dedos y le colocó una almohada debajo de Louis, alzando su retaguardia.

— Prepárate culo grande.— Susurró en su oído.— Porque te partiré en dos.

No le dejo a Louis ni respirar cuando se había adentrado en él.

— ¡No!— Gritó Louis.— Me duele.

Harry no hizo caso y comenzó con un vaivén, inmovilizando ambas manos del castaño arriba de su cabeza.

— El... el dolor va.... va a pasar.— Afirmó en su oído.

Varias lagrimas escaparon de sus ojos, empapando la sábana, era dolorosa la sensación, pero sobre toda muy humillante.

— ¿Te gusta?— Preguntó besando su cuello.— ¿Te gusta cómo te hago mío?

Louis no contestó y Harry siguió moviéndose dentro del más bajo. Era mejor de lo que pensaba, ese pequeño castaño era una mina de oro

— Tan apretado.— Ronroneó roncamente y siguió moviéndose.

Los suspiros y gemidos del rizado eran los únicos que se oían en el sótano, acompañados del sonido de la cama chocar con la pared y algunos sollozos del más bajo.

Naturalmente el único que lo estaba disfrutando era Harry, Louis sólo no podía hacer nada. Algunas estocadas más bastaron para que el rizado alcanzara el clímax.

— Parece que alguien era virgen de culo.— Se burló mientras salía de Louis.— Me alegra saber que fui el primero.

Se levantó de la cama y salió del sótano, con una extraña sonrisa en la cara, sin preocuparse siquiera de colocarse algo, dejando a Louis solo y bastante triste.

En definitiva, Harry Styles era un demente.

(🍒)