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Estacionó su Audi afuera de su casa. Frotó su cara con la palma de su mano y suspiró. ¡Vaya día de mierda!

Estaba cansado, fastidiado y hambriento.

Lo que más quería en esos momentos era llegar a su casa, para poder acostarse en el sillón y ver un poco la televisión.
¡Porque vamos, aún siendo un caníbal, hacia cosas normales como las demás!

Tomó su maletín y salió del coche, cerrando con seguro y alarma, porque aún estacionado en su propiedad, no era bueno 'tentar a la suerte'.

Abrió la casa y lo primero que lo recibió, como siempre, fue la soledad. Arrojó el maletín al suelo y se dejó caer al sofá.

Frotó su sien y cerró los ojos recargando la cabeza en el respaldo. Hogar dulce hogar.

Tenía hambre. Pero no tenía ganas de cocinar. Y como tal, no estaba dispuesto a pedir algo a domicilio. Nunca le dieron confianza aquellos restaurantes que sólo servían para engordar a la gente.

Una sonrisa apareció de pronto en su rostro. Se levantó de su asiento y a paso perezoso caminó hasta el sótano. Abrió la puerta con la pequeña llave que siempre llevaba consigo y cerró tras de él.

Se sentó en la cama y esperó. Podía oír ruido en el baño y estaba completamente seguro de que Louis se encontraba aseandose. Dio un rápido vistazo por la habitación, y sonrió al ver que la silla, en donde esta mañana había colocado un cambio de ropa para Louis, se encontraba vacía.

— ¿Qué haces aquí?— Ni siquiera se percató de la salida de Louis. Este llevaba la nueva ropa puesta y su cabello mojado.

— ¿Acaso no puedo venir a visitarte?— Preguntó levantando una ceja.

— No a menos que quieras algo de mí.— Dejó la toalla mojada extendida en la silla antes dicha.

— Oh pequeño, yo quiero muchas cosas de ti.— Palmeó la cama, dándole a entender que tomara asiento a su lado.

Louis titubeó.— Yo.... yo no creo que sea buena idea.

— Oh vamos siéntate. Si ya quisiera sexo, te tendría acorralado en aquella pared.— Señaló con la mirada.

Indeciso se sentó a su lado, unos centímetros un poco alejado de él. Harry rodó los ojos y acortó aquella pequeña distancia.

— No te haré nada.— Le sonrió mostrando sus hoyuelos y con una mano lo acercó a él.

— ¿Qu.. qué quieres?— Preguntó tartamudeando.

— Tengo hambre.

— ¿Y?— Louis lo miró por el rabillo del ojo. Harry tenía toda su atención en las delicadas facciones del menor. Era lindo.

— Pues.... quiero que tú me hagas de comer.— Sonrió a más no poder.

— ¿Qui....quieres que mate a alguien?— Preguntó horrorizado.— Yo no puedo....

— No seas idiota Louis.— Dijo interrumpiéndolo. El más bajo frunció el ceño, él no era idiota.— Quiero que me hagas de comer solamente

— Yo no sé hacer lo que tu haces, ya sabes.— Hizo un raro movimiento de manos.

— Lo sé, pero ahora en verdad tengo hambre.— Hizo un puchero. Adorable.

— Bien.

Harry sonrió y besó su mejilla sonoramente. Se levantó de la cama y jaló a Louis con él. Ambos subieron por las escaleras y entraron a la cocina.

— Bien, tienes todo aquí.— Señaló la cocina.— Tú sabrás que preparar.

Louis asintió y comenzó a rebuscar entre todos los cajones.

hannibal.→ larry. (editando.)Where stories live. Discover now