Cita de media noche

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1976. Una semana después.

Camino por los pasillos junto a Lily hasta que llegamos al campo de quidditch donde nos encontramos a los chicos jugando con las escobas como si fueran espadas mientras se correteaban los unos a los otros.

—Y nosotras preocupadas porque veníamos tarde —dice Lily atándose el cabello acercándose a los nuevos para explicarles lo básico siendo seguida por James a quien ella ignora descaradamente.

Por otro lado yo me quede con a solas con Sirius y Remus los que no tardaron en abalanzarse sobre mí, no es que los estuviera evitando aunque ellos podrían creer que si la realidad es que si me estaba costando adaptarme al horario de casa siendo que estuve del otro lado del mundo por dos años y mis malas noches junto a las clases me estaban pasando una factura más grande de lo que me gustaría admitir por lo mismo límite mi mundo a mis clases.

—¿Puedes dejar de evitarnos? —me preguntó Remus deteniéndose—, por favor.

Me quedé en silencio lo que le dio la oportunidad a Sirius para pasarme el brazo sobre los hombros —Si lo qué pasó fue demasiado para ti no hace falta que se repita, pero hablamos.

—Tranquilos, solo estoy un poco desorientada por el cambio horario.

—¿Segura? —pregunta Moony.

Fruncí el ceño —¿Qué intentan decir?

Remus se dirigió a Sirius y este metió la mano en su bolsillo entregándome una catarata con el seño de Ilvermorny, inevitablemente sonreí al recordar el lugar. Tomó la carta donde noto que está abierta, pero no hago caso a ese pequeño detalle hasta que noto la fecha y me doy cuenta que es de un día después de iniciar clases.

La carta no decía mucho más allá de ser por parte de Daylon Williams un chico encantador que se ocupó de mí durante toda mi estancia allá y cuando me fui organizó una fiesta de despedida.

La carta decía:

Querida Ara Potter.

Me alegro que te encuentres con tu familia y amigos nuevamente, se que era difícil para ti estar lejos de ellos.

Envió esto para confesarte lo difícil que es para nosotros no tener a la chica de ideas extrañas y que nos metían en problemas bastante seguido cerca de nosotros, pero sobre todo para mi. Es raro como en un año me acostumbre a tu presencia durante clase, el otro día casi incendiamos el salón, pensé en ti y en lo mucho que te habrías enfadado por ellos, también pensé en cómo te habrías reído y juro que pude escuchar tu risa, creo que me estoy volviendo loco y tu eres la principal causa.

Si la propuesta de visitarla durante el verano sigue en pie me gustaría tomarla.

Imagino que estarás muy ocupada, pero me gustaría que respondieras lo antes posible.

Con cariño Day.

Reí al pensar en él rostro de Daylon escribiendo Day al finalizar la carta porque odiaba que lo llamaran así, pero yo solía hacerlo seguido para molestar.

Estoy por agradecer a Sirius por entregarme la carta hasta que recuerdo la fecha y la molestia me invade —¿Desde cuando la tienes? —preguntó.

—No te enojes —interviene Remus.

Lo veo y es más que obvio que él también sabía sobre mi carta —Tú —inició molesta—, no hables Remus porque si tú sabías de esto más te vale que tengas una buena razón para no decirme.

—Te la íbamos a dar, pero nos estuviste ignorando todo este tiempo —confiesa Sirius—, aunque te admito que ese era el plan al menos el primer o segundo día después me dio curiosidad así que la leí y ya no quise dártela.

Abro la boca indignada —Leíste mi carta, más te vale que no hayas respondido.

Ambos comparten una mirada y estoy a punto de reclamarles hasta que Remus se me da lenta intentando detenerme de cometer algún crimen en contra de Sirius.

—No lo hicimos. Si escribimos lago, pero jamás lo mandamos —con una sonrisa Remus me pasa un mechón de cabello detrás de la oreja—. No te molestes con Padfood por ser idiota, es parte de su personalidad y es encantador siéndolo.

Entre cierro los ojos —No lo defiendas, Remus.

—No lo defiendo, te estoy diciendo que fue un idiota.

—No me ayudes tanto —se queja detrás.

Tanto Remus como yo volteamos a verlo con mala cara —Cállate —le ordenamos ambos.

Me vuelvo hacia Moony quien me observa con una sonrisa divertida lo que me hace soltar una pequeña risita. Sin aviso aparece Sirius asomándose sobre el hombro de Remus —¿Ya no estás enojada?

Vuelvo a ponerme seria por un par de segundos en los que me hago una lista de todos los contras que puede llegar a tener alguien como Sirius Black, cosa que no tardó en ignorar para reemplazar mi molestia por una sonrisa.

—Sigo molesta —le informó haciendo que él se incline rápido para darme un beso en la mejilla lo que me saca una sonrisa aún más grande—, te costará más que eso.

Se encoge de hombros triunfal —Encantado de pagar el precio.

—¡Padfood! —escuchó a James gritar—, mantente alejado de mi hermana y tu Moony... a cinco pasos de ella mínimo.

Me vuelvo hacia James quien sigue internado que Lily le prestara atención lo que aprovechó para devolvérsela —Te quiero lejos de mi amiga tardó.

Dicho eso, les dedico una última mirada a los chicos antes de correr tras mi amiga para golpear a mi hermano si es necesario.

Cuando el entrenamiento termina y regresamos a los dormitorios me encierro con Lily para contarle sobre la carta de Daylon, emocionada ella me ayuda a escribirle una respuesta la cual nos llevó más de cinco hojas hasta tener una respuesta decente que nos gustase a ambas. Terminando de escribir abrimos la puerta encontrándonos con los chicos pegados a la puerta que al abrirla casi se caen de cara.

—Veníamos para invitar a las bellas señoritas a un picnic nocturno —dice James levantando dos botellas de vino junto a Peter quien sostiene la manta.

Paso la mirada de mi hermano a Sirius quien sonríe —La noche es preciosa.

Veo a Lily y no es que yo quiera jugar a ser cupido pero el orgullo de mi mejor amiga era más grande que su enamoramiento por mi hermano, pero aún con todo eso sé que ella se muere por ir así que acepto.

Durante el camino me quedo por detrás con Remus y Sirius quienes aprovechan cada oportunidad para molestarme pellizcando mis mejillas o besándome congelándose cada vez que escuchan la voz de James llamarlos lo que hace aún más divertida la experiencia.

Terminamos cerca del bosque prohibido porque tenemos un lugar perfecto en el que nos podemos esconder si algún profesor viene a hacer sus rondas además nadie es tan estupido para acercarse a este bosque, nosotros sí, pero los demás estudiantes respetan más su vida además nunca nos ha pasado nada tan grave como para no acercarnos.

A nuestra salida nocturna se nos une Regulus quien termina recostado sobre la manta enseñándole formas de identificar estrellas a Lily y James, por otro lado Peter dibujaba en la tierra con su varita mientras yo trenzó con el cabello de Sirius mientras él lee el libro que Remus sostiene o al menos eso creo hasta que lo escucho roncar.

Pasamos ahí horas en las que aprovechamos para dibujar utilizando a Sirius como lienzo hasta que se despierta, pero ninguno es capaz de decirle que ahora parece la libreta de James en clase de adivinación. Cuando Pads despierta nos quedamos un rato más hasta que decidimos que es hora de volver, a mitad de camino Sirius se da cuenta de lo que ahora tiene por todo el cuerpo y nos toca correr hasta nuestros dormitorios. La ventaja que tenemos Lily y yo es que no compartimos habitación con él justo el problema de los chicos a excepción de Regulus quien está a salvo en su casa.

(Historias originales en AkiraLarss ))

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