Memoria #4

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Con ustedes, su Excelencia Serenísima Louis Tomlinson, heredero al trono de Saphir.

Harry estaba en shock cuando el rey les presentó al famoso príncipe de Saphir.

¿William? Si no era él, el parecido era increíble. 

Temprano ese mismo día, Harry se levantó mucho antes de que saliera el sol para llevar nuevamente los arreglos de flores que se estropearon. 

Dominique le dio su desayuno y lo envió, esta vez encomendándolo a la Luna para que lo protegiera, encargándole que de regreso trajera pan y recogiera su traje de la modista para la celebración de esta noche.

Todo el mundo ya estaba despierto y eran recién las 6:30 de la mañana. 

Harry logró entregarlo todo a tiempo, recibiendo la paga y haciendo todo lo que tenía que hacer. No había visto a Niall merodear por ahí y de William no supo nada y eso que estuvo esperando por él donde siempre, pero nunca vino.

"Quizá tuvo algo que hacer y por eso no pudo venir" se excusa Edward, igual de confundido por su ausencia. "Será mejor que vayamos a casa, es un día ocupado hoy"

Harry asiente y regresa a su carreta, pone en duda el avanzar, pero miraba hacia atrás para ver si en alguna de esas veces tendría indicios de que llegara. 

Eso nunca pasó y estaba tratando de averiguar por qué se sentía levemente decepcionado.

El resto del día se dedicó a ayudar a decorar y prepararse para recibir la primavera. 

Estaba ajustando los botones de su camisa y se tomó su tiempo para colocarse la corona de flores que debía usar para la ceremonia de recepción. Sonrió a su reflejo, le gustaba lo que sus ojos veían.

—Te miras muy hermoso, cachorro— alaga Alexis viéndolo desde el umbral de la puerta.

Harry se da la vuelta para sonreírle a su padre y pedirle que pasara para ayudarlo con el lazo que tenía entre sus manos.

—Gracias, papá.

Da una última vuelta para ajustar el lazo en el cuello de su camisa.

—¿Que tienes, mi amor?

Harry levanta la mirada y niega con una sonrisa en el rostro.

—Nada. ¿Por qué lo dices?

—Tus ojos no pueden mentirme, ¿recuerdas?

—No lo sé, es extraño, llevo ese extraño presentimiento desde que salí de casa esta mañana. Quizá sean los nervios por esta noche. ¡Ya casi es primavera!

Alexis no estaba tranquilo, pero dejó esa intranquilidad en segundo plano porque Harry estaba emocionado y parloteando con él como siempre.

—¿Te emociona más el equinoccio o la comida? —pregunta el Alfa ajustando con pasadores la corona de flores en su cabello.

—Sería muy feliz recibiendo la primavera con un delicioso plato de comida entre mis manos.

—Lo sabía, eres un pequeño glotón.

Harry sonríe cuando Alexis ajusta el broche de topacio en su saco y dejó un beso en su frente cuando terminó de arreglarle el cabello.

—Aprendí del mejor.

Touché, pensó el Alfa.

—Te miras muy hermoso, destacarás entre la multitud en el banquete de hoy.

Ambos sonríen con complicidad.

—Si ya estás listo, será mejor que vayamos bajando, no vaya ser que su mamá le dé un infarto por las prisas.

How I Met Your Father ||Larry||Where stories live. Discover now