Yōkai

Capítulo 19

Los yōkai benévolos viven en un lugar llamado Camino Virtuoso, sitio colmado de verdes praderas y coloridos paisajes adornados con flores y blancos muros, ese era su color representativo, el blanco.

Porque todo el mundo sabe lo que representa el color blanco, eso es la paz y pureza, ellos eran eso.

En el Camino Virtuoso del Este, específicamente en la Cueva Azul vive el dragón Cheongnyong o también conocido como Bae Joohyun, una de las Cuatro Bestias Divinas.

Una joven caminó por el blanco suelo de piedra que conduce a un kiosco tradicional coreano rodeado de agua, ahí esperaba su líder.

—Me agrada tu rapidez para atender mi llamado, Tzuyu. Ven, toma asiento—Joohyun le sonrió gentil.

—Sería una falta de respeto hacia usted, Joohyun unnie—se inclinó antes de sentarse.

—Puedes dejar de ser formal conmigo, lo sabes, ¿verdad?—sujetó la tetera para servir el té.

—Lo sé, pero me gusta ser así con usted—dio las gracias y tomó la taza con sus dos manos.

—Si es así entonces ya no te voy a molestar con el tema—bebió un poco antes de ir al tema principal—. Te llame porque nuestros informantes trajeron noticias interesantes.

—¿Interesantes?—dejó la taza de lado para poner toda su atención.

—Sí, me informaron que la Emperatriz de las Gumiho junto a la Ppalgan Maseukeu han permanecido algún tiempo en el mundo humano—colocó las manos sobre la superficie de la mesa.

—Kim Jisoo y Kim Jennie—pronunció sus nombres con un tono seco—. Puedo entender sobre la Ppalgan Maseukeu, ya que sus actos son despreciables, pero no entiendo lo que hace la Emperatriz en el mundo humano.

Por más que lo pensaba, Tzuyu no llegaba a una conclusión que le satisfaga, ya que Kim Jisoo ha dejado muy en claro que le importa menos que una cucaracha lo que ocurra en el mundo humano o eso es lo que los rumores dicen, pero ella los creía, porque es la primera vez que llega esta noticia en siglos sobre la gumiho en el mundo humano.

—Sé que es sorprendente sobre la Emperatriz, pero también lo es de la Ppalgan Maseukeu, puesto que ella jamás permanece en el mundo humano más de un día—dio a conocer—. Así que te he llamado para que las investigues. Confío en tu juicio, sabrás que hacer, pero ten cuidado—está vez sus facciones fueron serias.

—Lo entiendo, seré cuidadosa—Tzuyu se puso de pie—. Partiré de inmediato—se inclinó en modo de despedida.

—Dirígete al ala sur, ahí encontrarás a los informantes, ellos te brindarán toda la información que necesites—la despidió con una sonrisa.

En la mañana no esperó reunirse con el resto de Bestias Divinas y recibir ese tipo de noticia, quizá si fueran otros yōkai malignos no les hubiera importado, sin embargo, no eran unos cualquiera, eran la Emperatriz y la Ppalgan Maseukeu, eran poderosas, en especial Kim Jisoo, ambas eran peligrosas.

Así que tomó el mando y sugirió enviar a su subordinado más confiable, Tzuyu. Aun era joven, pero confiaba en su juicio, no era imprudente ni mucho menos impulsiva, y también algo le decía que era perfecta para esta misión.

Suspiró y giró su rostro para enfocarse en el agua, los tiempos están cambiando y eso es algo que Joohyun sabía, lo único que desconocía es si este cambio sería como los arroyos tranquilos o como los ríos embravecidos, el agua siempre es imprevisto, al igual que los yōkai malignos.

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Con que está es la humana.