Capítulo 49

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Una delicada mano fue extendida a lo alto hasta llegar a unas hojas que colgaban de las ramas, eran suaves contra su piel. Jisoo dejó de acariciarlas y caminó sin prisa por el bosque, las manecillas del tiempo seguían avanzando, aunque para ella todo se había detenido.

Después del rechazo de la señorita Park Roseanne, su percepción del tiempo se vio alterada, a una donde el mundo cesó su movimiento al igual que su corazón, pero sería engañarse, porque todo seguía igual, el mundo continúa.

Su primavera se había llevado consigo los pequeños brotes de alegría que empezaron a germinar en su corazón, después de todo, necesitan de su fuente para seguir creciendo, pero ahora una tormenta invernal tomó su lugar y, por lo visto, no planea desistir en las próximas décadas, probablemente, siglos.

—Permanecer en el mismo lugar que tú, es una tortura que no estoy dispuesta a vivir...

Si no ha aparecido en frente de su humana... no, no es su humana, el alma de Jisoo tuvo que rectificarse ante esa dolorosa verdad, es por ese motivo que se convirtió en una necesidad en tener que abandonar el mundo humano o puede que no cumpla su palabra y vaya tras la señorita Park Roseanne.

Incluso ha tenido que luchar contra sus instintos y malos modales para no ir a verla, se alejó por completo de esa encantadora humana que le arrebataba la cordura de una manera que jamás pensó que fuese posible.

Puede que incluso pierda el domino propio de sus emociones y asalte al humano que ose poner sus manos encima de la humana, porque naturalmente iba a conseguir pareja, una pareja que no es ella.

Sin darse cuenta destruyó la corteza de un árbol al ser presa de sus celos, incluso todo su pelaje se encrespó, así que tomó una gran bocanada de aire para luego soltarla con lentitud.

Es tiempo... 

Extendió la mano hacia adelante y una pequeña llama se hizo presente en su dedo índice, pero esta se vio interrumpida ante un potente grito.

—¡Jisoooooo!

Reconocería esa voz aun en lo profundo del ardiente averno, era la señorita Park Roseanne, giró los talones y solo tuvo un segundo para contemplarla antes de que se abalance contra ella y caigan, la gumiho la cubrió con sus colas en un movimiento involuntario. Su espalda impactó el tosco suelo, pero no le generó dolor.

—¿Señorita Park Roseanne, se encuentra bi...?

—¡No te vayas!—exclamó la rubia con lágrimas en los ojos aun tumbada encima de Jisoo—. No te vayas a un lugar donde no puedo buscarte, por favor—le rogó desde lo profundo de su corazón.

—¿Por qué?—es lo único que pudo formular aun sin creer que se encuentra entre sus brazos.

—Porque eres mi amor, mi bebé—alzó su cabeza y conectó sus orbes azules con la mirada dorada de ella—. Yo sé que te rechacé y no sabes cuanto me arrepiento. Todo pierde sentido si no estás conmigo—con la mano sujetó su suave mejilla—. Yo me encargaré de ganarme tu perdón, haré lo que sea, pero solo no te vayas, no me dejes...

Las orejas de la mujer zorro captaron esas encantadoras palabras viajar dulces a ellas, se movieron de alegría, y ni hablar de sus colas que sí no fuera porque estaban contra el suelo, era muy probable que se movieran frenéticas de felicidad.

—¿Tu corazón está de acuerdo con tu mente en que sea yo?—acarició con suavidad su espalda.

—¿A qué te refieres?—luchaba por no perder la concentración con sus suaves manos.

—La noche en que decidiste negarme el acceso a tu corazón fue por mis pecados, yo no puedo borrarlos, y no me arrepiento, incluso desde un principio dejaste muy en claro que no te gustan las mujeres, aun así, ¿sigues anhelando que sea yo? Porq...

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