Limerencia

Capítulo 1: Caprichos fortuitos

Aclariones del  Fanfic

1. Esta historia ocurre luego de que Hong-Er escapa, luego de que goushi le dice que traera maldiciones y desgracia si se queda  con Xie Lian.

2. No hay enfermedad del rostro humano pero no se si no hay un Jun Wu rompe bolas.

3. XL no asciende, se queda mortal.

4. Hong-Er esta chiquito, esta historia busca darle una historia bonita y hermosa. Todo sera soft y gracioso.

5. Cuando sea legal, alto y pitudo, se viene macatraca a las nalgas reales.

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—Pareces de mal humor.

Aceite de almendra infusionados en pétalos de rosas y crisantemos. Mu Qing masajea su cabello en silencio. Largo y abundante, sedoso como las telas con las que pronto será vestido. Su Alteza Real no responde. Aun muy dentro de sus pensamientos, cabeza fuera de la tina, ojos cerrados y seño fruncido, su cuerpo sumergido en la tina, los dos brazos reposando a los bordes de esta.

Mu Qing mete los dedos en el jarrón de cristal y extrae más aceite, llevándose pétalos hinchados de rosa y frota un mechón distraídamente, untándolo hasta que el aceite penetra en las hebras y luego, con sus dedos, lo peina tan suavemente que parece que lo está arrullando—Su Alteza, a veces el destino es de esta forma. Si ese niño se fue y no ha vuelto a aparecer, quizás es por designio de los dioses.

No responde.

Xie Lian siempre es tan parlanchín durante el baño de la mañana. Esta es su tarea favorita como sirviente real. No solo es el más alto privilegio que un criado puede llegar a tener, sino que también se entera de todos los chismes pequeños de la corte.

Dentro del baño, no hay límites. Lo que dice Xie Lian esta terminantemente prohibido reproducirlo fuera. Ni siquiera Feng Xin se entera de estas cosas. De forma que, cosas como "Maestro Principal, viejo acido, ya me tiene harto", "Feng Xin olía hoy como un sapo muerte al sol del verano" y "Qi Rong dijo que traería tabaco y pipa a escondidas hoy, ¿fumamos cuando todos duerman?"

Sin embargo, hoy, Xie Lian pidió un baño extralargo y Mu Qing pensó que tendría una gran charla entretenida y estimulante donde despreciaría vivamente a Feng Xin y a todos los pajes, pero, luego de treinta minutos de masajear y colocar piedras hirvientes en el agua, Xie Lian aun no dice ni una sola palabra.

Así que, sigue hablando para si mismo, esperando que pronto Xie Lian se motive o por lo menos, mejore su humor. Después de todo, el es un criado personal; una de sus funciones más simples, es la de divertir y entretener al Príncipe Real—Escuche un rumor ayer. Parece que hay un amorío entre los cocineros. El pastelero y el encargado del desayuno. Lo atraparon muy juntos, con los labios hinchados y huellas de manos enharinadas por todo el uniforme...jajaja... ¿No es algo deshonroso eso? Por lo menos que mantenga su indesencia fuera de-

—Mu Qing.

Hablo Xie Lian secamente.

—¿Si, Alteza?

—Haz silencio y termina.

"Vaya... realmente está de mal humor". —Callare Alteza. Terminare inmediatamente.

Xie Lian rara vez hablaba con tanta rudeza, mucho menos a daba ordenes tan secas a sus sirvientes directos. El Tao lo mantenía humilde y sereno, pero ni siquiera Budha mismo podría calmar los caprichos de un príncipe insatisfecho.