6.- Nuevos 'amigos'

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Vaya primera impresión, pensaba Enid mientras iba flotando directo al lavadero del baño para recolectar agua en su fantasmagórico cuerpo, tan rápido como pudo alcanzó a llegar donde Wednesday y se estiró lo suficiente como para dejar caer el agua sobre ella.

La joven fue despertando y parpadeó un par de veces mientras se retiraba el agua de la cara hasta poder entornar mejor la vista frente a ella. ¿Había tenido una alucionación? No era posible, era real... tenía que serlo.

Pero ahí estaba frente a ella, ese ser incorpóreo que volvió a abrir la boca para decirle.

¿Mejor?

Gritó, tan o más fuerte que si hubiera recibido un martillazo en el dedo pequeño del pie. La forma extraña gritó junto con ella, ambas gritaron, quizás una más asustada que la otra.

Acto seguido otro grito proveniente del pasillo indicaba que su papá se acercaba raudamente, por lo que Enid se desvaneció de la pena, ¡menudo lío se había metido! Ni después de muerta era capaz de socializar con alguien, se fue flotando hasta el armario y se quedó ahí encerrada mientras escuchaba la conversación de ambos mortales.

¡Cariño! ¡Wends! ¿Qué pasó?

¡Padre escucha! ¡Vi un fantasma en carne y hueso!

¿Qué? ¿Qué dices? 

¡Papá! Vi un fantasma, tenía una cabeza y manos  y era blanco y transparente.

Mi pequeña, espera un minuto, no será que...

Papá, por favor. No estoy tan loca como yo creí que tú estabas —el hombre alzó una ceja— de verdad lo vi.

No, no, no, recuerda que los fantasmas no te harán daño. Solo son espíritus con asuntos pendientes. 

Pero...

Busquemos a ese fantasma ¿quieres?

La morena asintió resignada mientras observaba como su padre daba un par de pasos hacia el baño.

Y... aquí ¿ves? Ningún fantasma —caminó hacia la cama— ahora revisemos debajo de la cama —se agachó y alzó la frazada que cubría parte del suelo— no, no encontré ninguno.

Siguió caminando hacia el clóset y abrió la puerta mostrando a la fantasma, que seguía escondida ahí, mientras decía:

Ahí está ¿ves? —Enid intentó poner su mejor cara y la extendió la mano.

Gusto en conocerlo, señor.

El hombre gritó y tiró la puerta del armario, tomó a su hija hombro arriba y salió disparado de la habitación buscando donde esconderse.

¡Padre! ¡Bájame! ¿Qué estás haciendo? Estás mal de la cabeza. Sabes perfectamente que puedo caminar sola.

Abrió una puerta al azar y entro junto con su hija.

Dios mío... esto es grande —empezó a murmurar ansioso— esto es...

Ahm... padre.

¿Qué? —dijo en plena oscuridad.

Esto es un armario.

El hombre encendió la luz y tomó a su hija del hombro adoptando una postura seria y envalentonada.

Wends, quiero que te quedes aquí y pase lo que pase no te muevas.

La joven asintió y el hombre la dejó encerrada, algo completamente bobo, por más que existieran los fantasma, la joven opinaba que estaba sobrereaccionando. Del otro lado una Enid completamente avergonzada golpeaba su cabeza contra el barandal de la cama.

¡Soy una tonta! —quiso seguir lamentándose pero de repente escuchó un tornado acercarse, aunque ella sabía que no se trataba solo de la naturaleza reaccionando— oh no, son ellos.

Acercándose de manera peligrosa tres entidades fantasmales llegaban levantando polvo en los alrededores de la Mansión, gritando y haciendo aspavientos, Enid se apresuró a hacerles el alcance antes de que decidieran ingresar al lugar, si tenía suerte con algo de tiempo evitaría que los espantaran como a los demás.

¡Hola! ¿Se divirtieron?

Awwwwww pero si es ¡Enid! —gritó Yoko.

Mira —dijo Ajax— en la escala del 1 al 10, el 10 es muy divertido y el uno eres tú

Los tres espectros rieron de buena gana.

Si, ja ja ja, que gracioso —respondió Enid intentando reírse con ellos aunque de manera nerviosa— ¿qué les parece que ya que estamos aquí cenamos al aire libre?

¡Un momento, un momento! ¿Estás evitando que ingresemos a la casa? —habló Yoko.

¡No, no!

— Puedo ver a través de esa cabecita fantasmagóricamente rubia que tienes algo entre manos.

— ¡Para nada! —dijo intentando evitar su nerviosismo en la voz— es solo que... es una noche hermosa y creía que podría ser bonito cenar a la luz de la luna.

A la luz de la luna te vamos a mandar ¡ahora!

Los tres tomaron de los extremos a Enid y estirándola lo suficiente cual resortera apuntaron hacia el cielo y la dejaron irse, siguieron riendo mientras la veían alejarse y flotaban hacia dentro de la Mansión.

¡Un momento! ¡Pugsley! ¿No hueles algo?

Si... —respondió el aludido mirando a Ajax—

No, a parte de él —dijo Yoko.

Y los tres se miraron entre si, parecía que la casa no estaba tan vacía después del todo.

OFF:

Aquí les dejo un nuevo capítulo, como les comenté seguiremos con las actualizaciones regulares de este fic.

Abracitos de colores para los que siguen esta adaptación :) 


Enid, la fantasma amistosa - WenclairWhere stories live. Discover now