12. En la vida y en la muerte

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De vuelta al laboratorio el fantasma de Marilyn se escabulló dentro de la gran caja fuerte mientras Tyler regresaba por la ruta del sillón, con un ruidoso traqueteo la puerta de metal cedió y la mujer fantasma salió cargando un pequeño baúl  cerrado con candado.

¡Oye! —gritó Enid— Ese es mi tesoro —señalando el baúl que sujetaba la mujer.

Y ahora es mío, pequeña idiota. ¡Tyler! —le gritó señalando a la máquina para resucitar— Apúrate insignificante gusano, necesito que eches a andar esta máquina 

¿Ah sí? —su tono de voz ahora sonaba confiado y hasta casi burlón— ¿Sabes? Si algo me has enseñado estos años es que cuando alguien se ha caído es mejor pisotearlo y escucha esto... tu estás bajo escombros, querida.

¿¡Qué demonios estás diciendo!? ¡No te vas a librar de mi tan fácilmente!

Tyler tomó el envase con el líquido de la máquina y comenzó a reír.

Puedes perseguirme cuanto quieras, pero deberá ser en un costoso palacio con muchas habitaciones, con un adorable empapelado púrpura en las paredes y que tenga muchas alfombras verdes... y con una perrita llamada Marilyn, una ¡bruja! ¡igual que tú! ¡Yo tengo el poder y el tesoro!

Y creo que tú tienes un vuelo que tomar —respondió Marilyn fuera de si.

Y le lanzó un golpe que lo elevó por el aire lanzándolo por la ventana, una caída que ni siquiera sería capaz de traerlo del más allá.

¿Alguien más? —preguntó la mujer mirando a ambas

No —dijo Enid fingiendo calmada inocencia— pero ¿no está olvidando algo?

¿Qué?

Sus asuntos pendientes —continuó la chica fantasma esperando que la joven Addams le siguiera la corriente.

¿Mis qué? 

Ya sabe, asuntos pendientes, todo fantasma tiene asuntos pendientes. Por eso no cruzan al otro lado. —Wednesday le siguió perfectamente el juego ya que había escuchado muchas veces esa charla de su padre.

Yo no tengo asuntos pendientes, tengo mi tesoro, mi mansión, ya tengo todo... ahora soy perfecta.

En cuanto dijo estas palabras su forma incorpórea empezó a brillar y pequeños halos de luz la atravesaban, fue en ese momento que se dio cuenta del error.

¡No! Aún tengo asuntos pendientes, no estoy lista para ir al otro lado... ¡me engañaron asquerosas mocosas!

Y fue llevada probablemente hacia uno de los anillos más aterradores del inframundo mientras se desvanecía en volutas de luz.

Wednesday logró rescatar el envase con aquel líquido especial y cuando se dio la vuelta para ir a encender la máquina nuevamente el timbre sonó varias veces desde la planta baja de la Mansión

Deberías ir —dijo Enid— tus invitados esperan por ti, no querrás que la fiesta empiece sin la anfitriona.

Enid tomó el envase y le dio un pequeño empujoncito para que saliera del laboratorio ya que el timbre había vuelto a sonar. Cuando se hubo quedado en silencio miró el objeto y suspiró resignada, había algo de esa máquina que ella en el fondo sabía que evitaría que funcionara, sin una chispa de vida todo ese plan estaba destinado a fracasar.

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Enid, la fantasma amistosa - WenclairHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin