Enid, la fantasma amistosa - Wenclair

10. Recordar puede ser difícil

Temprano en la mañana del baile de brujas Wednesday empezó a revisar entre sus pertenencias algo que pudiera servirle para esa noche, pero se rindió al cabo de diez minutos, el día anterior había visto un vestido interesante en una de las tiendas al regresar de clases, quizás podría probar suerte con su padre.

Fue a su habitación pero no se encontraba ahí, de seguro estaba desayunando, notó la billetera sobre la mesa de noche y tuvo una idea.

Entró a la cocina y lo vio intentando tomar su café y al mismo tiempo ordenar sus documentos, se le vía bastante demacrado y pálido, esos tres espectros lo terminarían de consumir a este paso.

— ¡Buenos días!

— Ho-hola —saludó Homero algo distraído intentando no derramar el café sobre sus documentos.

—  Quería decirte que encontré tu tarjeta de crédito.

— ¿Ah si? —dejó caer un poco de líquido sobre unos papeles y los secó con la manga de la camisa— ¿Dónde estaba?

— En tu billetera

— ... oh

— Quiero decir, pensé que podría utilizarla para comprar un buen disfraz que vi en un tienda hace poco

— Pero siempre te los haces tu misma

— No... mi madre lo hacía.

— Entonces podría intentar inventar algo, te puedo envolver en papel higiénico y pretender que eres una momia 

La mirada que le dedicó su hija le hizo tragar saliva.

— Esta bien, esta bien. Sabes que me gustaría comprarte todo lo que quisieras mi pequeña pero la señora Thornhill aún no realiza el pago por el trabajo y mientras tanto será imposible hacer algún gasto extra estos días.

La joven Addams iba a replicar pero un fuerte estruendo sonó desde la parte más alta, el cántico ensordecedor de esos tres fantasmas reverberó con fuerza al punto de hacer temblar las ventanas. Había algo que apremiaba más que escoger un buen disfraz.

— Padre, por favor, hagas lo que hagas no dejes que ellos arruinen lo de esta noche.

— Oh no, yo creo que estos tres están empezando a centrarse.

Un nuevo grito sonó y Wednesday le dio una palmada en el hombro a modo de apoyo antes de dejarlo solo nuevamente.

Quizás en esa Mansión había alguna prenda antigua que podría utilizar a modo de atuendo, tal vez no estaba todo perdido y decidida fue a los pisos superiores para revisar las habitaciones más lejos del salón principal.

Encontró un cuarto completamente recubierto de polvo y limpiando un poco una de las ventanas empezó a rebuscar entre las cajas y cajones que se hallaban dispersos, tenía tiempo, faltaban algunas horas para el atardecer.

Homero fue al pequeño estudio que usaba para las sesiones con los tres espectros y los encontró ya esperándolo, respiró hondo, tendría que emplear una nueva táctica con ellos si no se dejaban dar terapia.

— Vaya, vaya... el paciente finalmente llegó —habló Yoko con voz fingida

— Tarde como siempre ¿no doctor? —completó Ajax apoyándose en el escritorio

— Cualquiera diría que esto muestra un claro comportamiento hostil al cambio —dijo Pugsley

Fuera de la mansión y espiando desde la ventana Marilyn y Tyler se encontraban observando la conversación.