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ESO 🎈

Eran las 8:30 de la mañana cuando el teléfono en la casa Denbrough comenzo a sonar, Bill quien aún dormía escucho el ruido del telefono sin ganas de levantarse se tapó los oídos, estaba cansado y con ojeras, en la noche le costó dormir por aquello que había pasado en el sótano. Al ver que nadie iba a contestar se levantó sin ganas  y con los ojos casi cerrados para contestar el teléfono.

- ¿Hola? - contesto mientras un bostezo salía de su boca.

- Bill - escucho la voz de una chica en la otra línea del teléfono.

- Yo... perdón se que es temprano, pero ¿Crees que puedan venir tu y los chicos a mi casa?.

- ¿Todo esta bien Beverly? - preguntó de inmediato.

- Si, bueno no lo se, quiero que vengan todos para que me digan si lo que veo es real o no... Por favor Bill - pidio la pelirroja con una voz de súplica hacía el tartamudo.

Bill no tardo en responder y decir que estaría ahí lo más rápido posible. Y sin más que decir colgó el teléfono dispuesto a llamar a los demás para ver lo que ocurría con Beverly, fue corriendo a su habitación para cambiarse. Su padre al escuchar al niño fue para detener su prisa.

- ¿A dónde vas apenas son las 8:40?. Y son vacaciones-

-  Si es que olvide que iba a ir a casa de Richie, vuelvo en la tarde papá - hablo deprisa sin darse a entender.

Tomó la bicicleta y fue directo a la casa de Stan para contar lo sucedido. Al llegar a casa del judío toco varias veces la puerta para ser escuchado.

Stan salió con su pijama y con sus rulos alborotados, Bill lo miro con ternura mientras sonreía, borro su sonrisa al sentir la mirada de Stan, para dejar ese momento de lado, le comenzó a decir que Beverly los necesitaba, aunque a Stan no le agradaba la idea de ir tan temprano con la pelirroja, cerró la puerta para cambiarse y acompañar a su amigo.

Después fueron a casa de Richie, y luego a la de Eddie la cual fue más tardado debido a su madre robusta, la última casa fue con Ben quien no dudo dos veces al escuchar el nombre Beverly. Ya estando casi todos fueron por los demas.




Finney dormía en el pecho de Robin plácidamente, ayer se habían desvelado con películas y juegos de mesa, la tranquilidad del rubio se fue cuando escucharon el timbre sonar en el piso de abajo. Robin solto un quejido y tapó sus oídos.

- Ves tú - le dijo el morocho a Finney.

- Porque tengo que ir yo ves tú - se quejo aún con los ojos cerrados.

- Que vaya tú papá.

- Se fue al trabajo - contesto sin dignarse a levantarse de la cama.

Después de unos segundos el timbre dejo de sonar y ahora los golpes pasaron a la puerta de su cuarto.

- Finney te busca Bill  y da gracias que no lo corrí si no fuera porque tienen cara de susto - decía Gwen de mala gana para dejar el paso a Bill.

La niña salio de la habitación para ir a la suya y azotar su puerta.

- Hola Finney perdón se que es temprano pero - decia Bill acercándose a la cama del rubio.

- Muy temprano son las 9:20 de la mañana se supone que son vacaciones  Denbrough  - se quejo Robin levantandose de la cama de mal humor.

- Hola Robin - saludo amablemente ignorando el mal humor del mexicano.

- No te preocupes Bill ¿Todo esta bien? - pregunto Finney acomodando su cabello alborotado.

No somos muy jovenes para estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora