Lo unico que pedian a gritos los jóvenes era tener una vida normal. Una adolecencia en la que no tuvieran confusión con sus sentimientos, con su forma de ser. Querían ser normales, pero el destino les tenía una mala jugada una muy mala jugada.
Con...
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Bruce
Corrí con suerte al no ser escuchado por mis padres al entrar a casa, más todo se esfumó cuando Amy me vio con Vance entre mis brazos.
- ¿Esta vivo?- preguntó incredula.
- Claro que lo está no seas tonta... ayúdame a abrir la puerta- pedí acercando el paso frente a la habitación.
Amy no resongo, obedeció dejando un besito en la frente de Vance que ya estaba acostado y solo un abrazo para mi.
Aveces sentía que ella lo quería más a el que a su propio hermano mayor.
- ¿Dónde estoy?- hablo mi chico sin abrir por completo sus ojos azules.
- Estamos en mi casa Van- susurre cerca de su oído.
- Acuestate conmigo Bruce- pidió.
Me jalo del brazo para acomodarme cerca de el, acarició mi cabello enredando sus piernas con la mías impidiendo moverme.
- Vance aún no me pongo la pijama.
-¿Te ayudo?- insito con un tono coqueto. Mi piel se erizo al imaginar las frivolas manos de Vance recorrer mi cuerpo, quitando y poniendo las prendas de ropa.
Negue mentalmente apagando aquel pensamiento.
- Creo que ya se te paso lo ebrio- dije apartandome antes de que cometiera alguna estupidez debido a las hormonas.
- No te diría la verdad - admitió pegando la espalda al respaldo de la cama.
De un silencio escuche el hipo de Vance. Seguia ebrio y esto lo confirmaba, eso y la sinceridad con la que decía cada palabra.
- Quiero besarte- admitió cuando el hipo paro por 5 segundos.
Casi tropiezo al escuchar aquello.
Si antes se erizo mi piel ahora aun mas, y no solo eso.
Tenía que ir al baño de inmediato.
-Ponte esto y ya cállate- pedí aventando la ropa en su cara. Evite contacto visual con el. Entre al baño lo más rápido que pude tratando de calmar los nervios y el sudor que comenzó a brotar indefinidamente.
Salí una vez que sentí estar más calmado, cuando salí la ropa de Vance estaba arrumbada en la silla que tenía y el solo se había puesto los pantalones. Me di un golpe mental al ver que los nervios volvían a brotar en mi.
- A mi igual me gustaría besarte- admiti mientras lo cubría con las cobijas.
Deje un escaso beso cerca de la comisura de sus labios para acostarme junto a el.
¿Besar a Vance Hopper?
¿Que tan malo podría ser?
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