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Ya llego cupido🏹


Vance tomaba café esperando con impaciencia que la clase de Español diera comienzo. Bruce paso por el salón del rizado visualizo a su amigo y lo miro sonriente.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó llegando a su lado.

- Hola Bruce ¿Cómo estás?... oh bien solo quería pasar a saludar - dijo con un tono sarcástico.

- Sabes que no me molesta tenerte aquí Bruce - exclamó albortando el cabello del asiático.

- Pues venía a darte estas galletas, ayer ayude a Amy a prepararlas espero te gusten - explicó extendiendo un bolsa con un listón rojo amarrado para mantenerlas cerradas.

- Gracias ojitos de arroz - agradeció pellizcando un poco su mejilla.

El asiático rechisto un poco, pero aún así se reía, una chica pelirroja llegaba corriendo al salón, con la respiración agitada se detuvo donde estaban ambos chicos aún conversando.

- Hola chicos - saludo aún con la respiración alterada.

- ¿Se te pegaron la sábanas Maxine? - hablo alguien detras de ella.

- Cierra la boca Avellana- respondió dando un zape en su cabeza.

- Lo vas a dejar más tardado- burló Vance.

- Que gracioso ricitos de oro - ironizó dando una sonrisa forzada.

- Defiendeme - decía el morocho a Bruce que solo sonreía.

- Van no le digas sus verdades - bromeó chocando los cinco con Max.

- Idiota - resongo cruzado de brazos.

- Bueno pues ya me voy, nos vemos en el almuerzo - se despidió Bruce, al de rizos le dio un rápido beso en la mejilla ocasionando que el chico se sonrojara.

Un sonrojo muy notorio para ambos chicos que presenciaron aquello, Vance odiaba que su piel dejara ver los sonrojos evidentes que el asiático le hacía tener, cada que le tomaba de la mano, su mejillas lo traicionaban pintandose de un rojizo intenso, o cuando lo besaba en la mejilla, frente o nariz. Era un mar de mariposas que trataba de ahogar con suficiente agua, sin algún éxito al final del día.

- Si no supiera por que estas así de rojo creería que estas enfermo - hablo Robin sacandolo de sus ideas de ahogar las mariposas de su estómago.

- Apoyo a Robin, ya besense - insinuó con burla la pelirroja .

- ¡Mierda se me hizo tarde! - maldecia Dustin que llevaba el sudor en la frente, la piel roja por correr y la blusa con una mancha de pasta de dientes en ella.

- Se nota - mencionó Max mirando el aspecto en el que estaba su amigo.

- No te preocupes no ha llegado el maestro - calmó Vance quien ya se le había pasado el nerviosismo.

- ¿Por qué están afuera del salón de clases? - hablo detrás el profesor Saúl, tenía su tradicional termo de café como todos los maestros de la escuela, y la mochila donde cargaba con todos los libros para dar su materia.

No somos muy jovenes para estoWhere stories live. Discover now