2

829 77 0
                                    

Jodie:

Mis ojos queman y mi vista se mantiene borrosa, la quemazón que siento se extiendo cuando intento moverme y siendo un dolor leve en el vientre, y ese dolor me evita poner la mano ahí y la ropa que llevo encima también.

—¿¡Jodie!?

Abro muy bien los ojos y la imagen de mamá se aclara.

—¿Mamá?

No comprendo donde estoy, ni la habitación sin color, la camilla y la maquina a la que me encuentro atada.

—¡Dios mío, Jodie! estas aquí!

Me abraza y se separa enseguida.

—Lo siento, mi niña. Lo siento, no quiero hacerte daño.

¿Daño?

—¡Enfermera!¡Enfermera!

La cabeza me estalla y subo las manos a mi cabeza, enseguida todo regresa.



(***)



Los doctores hablan con mi madre y trato de procesarlo, no puedo hacerlo.

Papá aparece y se queda pasmado al verme, llega hasta mí y me toma del rostro, besando mi cabeza.

—Dios mío, gracias por esto. —Vuelve a depositar besos sobre mi cabeza y sus manos buscan mi cara. —¿Estas bien?

Tiene lágrimas en los ojos y yo lo observo con asombro.

—Estoy bien. —Respondo y me abraza esta vez.

Mi mirada va hacia los pasos que me traen de regreso a los pasos que escuche esa noche, todo mi cuerpo se pone en alerta y papá preocupado pone los ojos en la puerta.

Observo a los dos oficiales ingresar.

—¿Qué hacen aquí? —Se exalta papá y va hacia ellos.

—Lamentamos lo sucedido, pero necesitamos tomar la declaración de su hija ahora que esta despierta.

—Ella acaba de levantarse. —Mamá se desespera. —No va a contestar nada.

—Sabemos cómo se siente, pero hubo una persona muerta y...

Muerta...

—¡Por favor, no diga más! —Habla mamá. —Ella aun no. —Me mira. —Les avisaremos cuando ella esté dispuesta a hablar, pero mientras su doctor no nos diga que esta fuera de peligro, no habrá ni una sola declaración de mi hija.

—Señor Flemming. —Se dirigen a mi padre.

—Oficiales, por aquí, por favor. —Les pide ir fuera, en el pasillo. —Hablemos con calma.

Desaparecen de mi vista y me siento más tranquila.

—Mamá.

Ella llega hasta mí.

—Margot...—Digo su nombre. —Margot estaba conmigo.

Los ojos de mamá se llenan de lágrimas y cuando me abraza, comprendo todo.



(***)



Bajo la palanca del baño y la camilla de hospital, mamá está dormida y no quise despertarla, aunque como ha estado pendiente todo el día dudo que, a pesar de no ser sigilosa, no se hubiera levantado.

El Desastre de JodieWhere stories live. Discover now