❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
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Un suspiro cansino salió de sus labios mientras estiraba su cuerpo, sus ojos se abrieron levemente antes de caminar hasta el cuarto de baño y cepillarse los dientes. Seokjin vio su imagen perdurar en el espejo por varios segundos, haciéndolo sonreír con nostalgia y arrepentimiento por el pasar de los años. Se tomó su tiempo terminando de asearse completamente y salió de la habitación con un buzo oscuro y una camiseta blanca, encontrándose con su primo segundos después.
—Buenos días —saludó Jungkook—, ¿cómo amaneciste?
Seokjin tomó asiento en el pequeño comedor mientras su desayuno era servido por el menor. Jungkook había preparado todo para recibir a su primo, sabiendo que su estadía no sería tan corta como había pensado, pues varios de sus proyectos estaban procesándose de manera exitosa.
—Extraño mi cama —se quejó el mayor—. Debiste dejar que durmiera contigo, tu cama es más cómoda.
—Soy un hombre emparejado, no creo que a Jimin le agrade saber que he dormido con alguien más.
—Jimin debe sentirse muy afortunado por tener a un novio tan fiel como tú.
—No es por alardear, pero, soy el mejor novio del mundo.
Ambos rieron ante la absurda conversación que tuvieron, Seokjin alborotó sus cabellos con total cariño antes de comenzar a probar el desayuno realizado por su menor. Jungkook ya era todo un hombre adulto e independiente, pero, para el rubio, seguía siendo aquel niño de buen corazón y brillante sonrisa que le contaba sobre su día con mucho entusiasmo.
—Mañana es tu cumpleaños, Kook ―recordó—, ¿tienes pensado hacer algo?
Jeon lo pensó un momento, no había pensado en su cumpleaños realmente. Desde que se había reconciliado con Jimin, toda su atención había ido directamente a él, planeando pequeñas citas, reuniones o simplemente visitas a la casa de los Park para platicar sobre diversos temas. También existía el tema de Taehyung y su enojo con su esposo, el cual no había sido solucionado hasta el momento, debido a la terquedad del menor. Por esa razón, no había podido detenerse a pensar en aquel día en especial.
—No lo había pensado hasta ahora —confesó—, haré lo mismo de siempre, me quedaré en la oficina revisando algunos documentos hasta que BamBam o Yugyeom vayan por mí y me obliguen a visitar un bar para divertirme. Aunque, ahora que Minnie ha vuelto a mi vida, podría salir con él un rato —meditó sobre la posibilidad de que ambos fueran a pasear por el centro de la ciudad, tomados de la mano. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios al pensar en él.
—O dejarías que tu lindo primo —se señaló a sí mismo—, prepare un pastel para ti y festeje tu cumpleaños como se debe.
—Podría aceptar algo como eso, si prometes cocinar mi platillo favorito. —Sus ojos brillaron inconscientemente al recordar lo buen cocinero que era el rubio. Seokjin sonrió con ternura al verlo tan entusiasmado.
