38.

1.8K 177 8
                                    



Cuando la última caja fue colocada en el piso, un gran suspiro se escuchó en el interior de la casa. Un par de segundos pasaron antes de que un risueño hombre de cabello rubio ingresara por la puerta principal y sonriera con entusiasmo al ver que todo había quedado tal y como lo había planeado. Detrás del rubio, ingresaron Taehyung y Hoseok, el último cargando una de las cajas que Taehyung había llevado y no podía cargar.

—No puedo creer que haya quedado tan bien —halagó el pelirrojo—, es más amplia que antes y se ve mejor decorada. Hiciste un buen trabajo, Minnie.

—También me sorprendí al ver lo hermoso que quedó —su sonrisa se intensificó al observar lo reluciente y hermoso que se veía el interior de su hogar. Se había esforzado demasiado en los planos y en el tiempo que tardó la construcción, por lo que se sentía bien con el resultado obtenido—. Kookie quería mudarse hace bastante tiempo, pero quería remodelarla un poco.

—Tuve que soportar no poder dormir contigo por semanas —dejando la caja en el suelo, Jungkook se acercó para envolver sus brazos en la cintura de su pareja—. ¿Sabes lo difícil que fue para mí?

—Yo también te extrañé mucho, Kook —ambos se besaron por unos segundos, recibiendo silbidos por parte de sus amigos.

―Entonces, necesitaremos hacer una celebración por este nuevo paso dado —comentó Taehyung con entusiasmo—. Ya saben, ahora que están juntos de nuevo, podemos asistir a fiestas de negocios en parejas y salir a divertirnos como lo hacíamos antes.

—Nada de alcohol, Taehyung ―Hoseok lo miró con desaprobación mientras negaba con la cabeza—. Tienes que cuidar tu embarazo.

—De acuerdo, cero alcohol para mí —dijo con desgano— pero, la fiesta sigue en pie. Llamaré a Jackson para que organice la celebración.

—¿A quiénes llamarás? —preguntó Jimin, quien estaba entusiasmado por la fiesta, de igual manera.

—A nuestros amigos, por supuesto. Invitaremos al señor Park también. Es más, podemos hacer la celebración en su mansión, sé que no se negará a dar el permiso.

—¡Excelente idea! —vociferó el rubio—. Hablaré con papá mañana. Esa fiesta se hace porque se hace.

Jungkook solo sonrió al ver el entusiasmo de su pareja y su mejor amigo. No podía creer que el día por fin había llegado, aquel día donde empezaría una pequeña convivencia con el menor, donde recordarían los momentos donde aquella casa los acogía diariamente en su matrimonio. Las cosas habían sido algo tensas después de la conversación entre Namjoon y Seokjin. Ambos habían hablado sobre su pasado y cada uno había tomado su rumbo, para curar las heridas que todavía permanecían en sus corazones antes de plantearse que continuación tendrían. Seokjin terminó enfocándose en su negocio recién inaugurado y Namjoon terminó viajando a Japón, para reunirse con su esposa y, tal vez, advertirle sobre los sentimientos encontrados que había obtenido después de aquel día. No supieron mucho de él después de eso. Ni siquiera su padre sabía dónde había terminado, pues solo había dejado dicho, por medio de su esposa, que se tomaría un tiempo lejos para meditar todo.

Después de aquello, los días fueron agotadores para Jimin y Jungkook, debido a todo el trabajo que tenían en ese tiempo. No podían verse de manera seguida por mucho que quisieran, por eso, resultó una buena noticia para ambos saber que las remodelaciones en su hogar habían terminado por fin. Utilizaron aquello como excusa para dejar todo de lado y se mudaron inmediatamente a su nueva casa, con el propósito de empezar su convivencia de buena manera.

El camión de mudanza acababa de irse y ellos sabían que aquella nueva faceta solo iba a traer prosperidad a sus vidas. Aquella segunda oportunidad iba a ser aprovechada de la mejor manera.

Love is not over ; kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora