Capitulo 28. Quiero que te vayas.

2.8K 154 50
                                    

Pedri

Intente esperar a Alma despierto pero me caía de sueño así que Fer se encargo de eso, no por nada, pero aunque viniera en coche la calle oscura y la noche no daba confianzas, caí rendido en la cama y cogí el sueño.

Horas después noté una mano rodear mi cintura y el colchón hundirse, sonreí medio adormilado y abrí los ojos de golpe al darme cuenta de que Grecia no dormía hoy en casa.

—¡¿Me puedes explicar que cojones haces metiéndote en mi cama?! Fuera ya de aquí, joder.

Poco tarde en retirar de mala gana el brazo y acercarme a la lamparita del lado de Grecia para luego girarme hasta Alma mal humorado.

Mi reacción fue otra al darme cuenta de que quien estaba en mi cama era Grecia y no Alma, su cara describía sorpresa pero la mía más.

—Creo que nunca en tu vida me habías hablado tan mal —dijo riéndose y pase mi mano por el pelo—

—Eres gilipollas vida, pensaba que...pensaba...—dije señalando a la puerta aún descolocado— ¿Que haces aquí?

—Pues Alma nos ha traído a las dos aquí en coche, ha dicho que prefería que pasara la noche aquí en vez de llevarme a casa.

—Joder y muy bien —dije quejándome aún por la sorpresa— pero por un momento pensé que...

—¿Que era Alma?

—Pues si, espera...¿has subido en su coche?

—Bueno eso significa que me respetas muchísimo —asentí adormilado viendo como no había respondido a mi pregunta y cogí con mis manos su cintura para tirarla encima de mi cuerpo—

—Es lo único que se me ha pasado por la cabeza, que Alma se había metido en mi cama y no sé...está claro que Alma no haría eso, pero...¿pero que iba a pensar?

—Tranquilízate.

—No lo entiendes.

—Si, perdón yo solo quería darte una sorpresa y dormir contigo.

—Eres mi vida, claro que te respeto y muchísimo a pesar de que aún la palabra novios no exista entre nosotros.

—¿Pronto existirá?

—Prontisimo.

—Oye...¿porque duermes en mi lado de la cama teniendo todo el espacio del mundo? —una sonrisa tonta salió de mi a la vez que ella me daba con su dedo en el costado para que le dijera él porqué— Venga culito dímelo.

—Perdona pero culito eres tú.

—Dime porque duermes en mi lado cuando yo no estoy.

—Mm...porque huele a ti —dije sonrojándome a la vez que ella mordía sus labios—

—Que bebe.

—Oye, no me gusta lo cursi, no me digas bebe.

—Vale bebé.

—Venga —dije haciéndola a un lado— tú a tu lado de la cama, que si no cuando duermo solo como no huela a ti me cabreo.

Carcajadas salieron de ella por mi forma de hablar, hasta que estornude apartándome de su lado.

—Pedri, ¿eres alérgico a algo?

—Si, a ti —dije jodiendola—

—Serás capullo —dijo dándome un manotazo—

—A nada boba.

—Pues te estás poniendo malo.

—No, ¿porque? ¿por estornudar una vez?

Nankurunaisa - Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora