13.

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La luz parecía hacerme envidiar que mis pies no podrían verla en los días soleados.

Que mis manos no debían hacer nada para sentirla.

¿Lo presientes?

Falta algo

¿Perderías la esperanza?

Yo perdía

las ganas,

y la sensación,

y a veces el control.

Me perseguía el pensamiento

de quererlo todo

y no alcanzar nada.

Quizá como tu vecino,

como siempre,

en silencio,

y luego de una pregunta con sonrisa,

seguía siendo yo.

Solo era yo.

Yo...

 que no soy yo

en un pensamiento suicida. 

Desmontar un CorazónWhere stories live. Discover now