Fanboy: Draco Malfoy convence a Harry Potter de casarse con el

Capítulo 32 : Grangers y Quidditch: ¡Sirius no permitirá que Harry crezca!

Hermione reorganizó su habitación. Ella había arrastrado algunas almohadas viejas y las colocó en un círculo. ¡Sus amigos iban a venir hoy para una reunión de HFC! Sería el primero desde que la escuela había terminado. También era la primera vez que tenia amigos. Empujó las almohadas un poco más y fue a esperar abajo a que llegaran todos. Un golpe en la puerta la obligó a abrirla.
“¡Hola Herm! ¡Lo siento si llegamos un poco temprano, insistieron los gemelos!” Ron dijo mientras rodaba los ojos.
“¡Ignóralo, Herm!” Dijo Fred.
“¡Sí, no podría llegar a tiempo aunque su vida dependiera de ello!” George continuó. Ella resopló y los hizo pasar. Miraron con curiosidad alrededor de su casa y recordó que los Weasley eran una familia de sangre pura. Esto fue probablemente lo más cerca que la mayoría de ellos estuvo de una casa muggle.
“¡Hola! Deben ser amigos de Hermione. Somos sus padres”. dijo su mamá.
“¡Hola señora! ¡Herm es una chica maravillosa!” Fred respondió mientras George asentía furiosamente.
“Por favor, ignórelos, señora. Ambos cayeron de cabeza cuando eran bebés y nunca se recuperaron por completo”. Ron fingiendo susurrar, haciendo que los gemelos lo derribaran. Ella los ignoró y abrió la puerta para revelar a Neville.
“¡Hola Herm! ¡Gracias por invitarme!” El chico ya estaba bronceado de trabajar todo el día afuera con sus plantas. Entró y vio a los hermanos Weasley todavía rodando por el suelo.
“¡Oigan! ¡Somos invitados en la casa de Herm! Levántense en este instante”. Les ladró. Los chicos se levantaron a toda prisa.
“¡Lo sentimos Herm!” Se disculparon al unísono.
“Está bien. ¿Cuándo viene Draco?” preguntó emocionada. Sus padres parecían pensar que estaba enamorada de Draco porque hablaba de él a menudo en sus cartas. Trató de explicar su absoluta devoción por Harry, pero parecía que no entendían.
“Creo que lo vi cargando a Harry por la cuadra en mi camino hacia aquí”. Neville le respondió. El timbre sonó indicando la llegada de su presidente. Abrió la puerta por última vez y vio a Draco con Harry en su espalda.
“¡Vicepresidente! ¡Que bueno verte!” Draco gritó mientras entraba por la puerta.
“¡Hola presidente! ¡Hola Harry!” El chico en cuestión la saludó desde su posición elevada.
“Draco, ¿por qué cargas a Harry?” preguntó Ron con curiosidad. Sus padres estaban mirando desde la cocina.
“¿Y hacerlo caminar hasta aquí? ¿Y si alguien intentara secuestrarlo? ¿O golpearlo con uno de esos automóviles? ¡Es más seguro para mí llevarlo!” Gritó, su mano alcanzando la de Harry.
“Eh, cierto”. Ron respondió. Todos sabían que Draco no debía molestarse por Harry. Les tomaría horas volverlo a encarrilar.
“Draco, ¿estás listo para comenzar la reunión?” Harry le preguntó a su presidente. El otro chico sonrió y dijo “por supuesto, mi corazón. ¡Marque el camino, vicepresidente!”

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Ron trató de no husmear en la habitación de Herm cuando todos entraron. Su hermana odiaba que cualquiera de ellos entrara en su habitación y le daba un gran ataque cada vez que los atrapaba allí. Supuso que debía ser cosa de chicas. Así que estaba tratando de respetar el espacio personal de su amiga. Parecía que los gemelos no recibieron el memorándum. Estaban mirando a su alrededor casi frenéticamente, tratando de asimilar todo a la vez. Bastante grosero, si le preguntas.
“¡Muy bien todos, tomen asiento!” ordenó Draco y todos se dejaron caer sobre las almohadas.
“¡Está bien! ¡Harry recibió una carta de los goblins sobre el fiasco de su capa!” Todos miraron a Harry con entusiasmo. Ron tampoco estaba contento con la decisión de la junta escolar. ¡Dumbledore podría haber lastimado gravemente a su amigo y eso no estaba bien!
“Griphook dijo que no pueden multarlo por manipular la capa porque no pueden probar que fue él. Dijo que lo vigilarían como un halcón y en el momento en que se saliera de la línea, se lo cortarían”. anunció Harry. Todos gimieron decepcionados.
“Pero, ¿qué hay de la carta, Harry? ¡Esa definitivamente fue su letra!” Fred dijo.
“Pero no tenemos pruebas de que lo haya escrito. Alguien pudo haber “falsificado” su firma” les dijo Harry.
“¡Es muy frustrante!” Herm dijo y vio como ella rompía su pluma muggle. Era amarilla y no necesitaba tinta. Nunca pudo recordar cómo se llamaba. Parecía romperlos con bastante frecuencia en su rabia.
“¡Hermione Granger! ¡Si rompiste otro lápiz, saldrá de tu mesada!” El Sr. Granger la reprendió mientras pasaba por su habitación.
“¡No fue nada papá!” Gritó de vuelta, empujando rápidamente las dos piezas debajo de su cojín.
“No te preocupes, Herm. ¡Puede tomar un par de años, pero Dumbledore se arrepentirá de haberse cruzado con nosotros!” Harry dijo con saña, su voz terminando en un siseo. Tuvo que ver a Draco mirarlo con ojos de corazón y rodar los suyos. Eran tan tontos a veces.
“¿Están todos listos para el segundo año? ¡Pensé que todos podríamos ir a comprar nuestros suministros juntos!” Dijo Draco y todos hicieron planes para hacerlo. Los gemelos entrarían en su tercer año y compartirían los libros de Percy del año pasado.
“¿Todos pueden llegar al solsticio de verano de los Longbottom?” preguntó Neville. Ron estaba emocionado de ver su foso. Nunca antes había visto uno.
“¡Sí!” Todos estuvieron de acuerdo. Hablaron sobre sus planes de verano antes de comer los bocadillos que trajo la Sra. Granger. ¡Hasta ahora las vacaciones de verano habían sido malas!

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Sirius se aseguró de que el desayuno se viera perfecto para cuando su cachorro se despertara. Era su primera mañana en su nueva casa y quería que fuera memorable.
“¿Qué estás haciendo?” Dijo una voz divertida justo detrás de él. Dejó escapar un grito muy varonil antes de girarse para fruncir el ceño a Severus.
“¡Mi corazón va a fallar si sigues asustándome así! Entonces te acusarán de asesinato”. Le dijo a su novio. Severus soltó una carcajada y dijo “no podemos permitir eso, ¿hmm? ¿Quizás un beso hará que me perdones?” Sirius estaba más que feliz de estar de acuerdo con él.
“¡Bruto! ¡Aquí es donde comemos!” La voz del pequeño Malfoy vino desde la entrada, interrumpiéndolos.
“¿Draco? ¿Qué estás haciendo aquí?” Sirius también quería saber. No había invitado al chico. Estaba en pijama. Espera- “¿te quedaste a dormir?” Sirius le preguntó al pequeño mocoso. Lo miró y dijo: “¡Por supuesto que me quedé a dormir! Harry y yo hemos estado durmiendo juntos desde el último Yule. ¿Y si se siente solo?” Sirius sintió que su ojo comenzaba a temblar ante la mención de su ahijado y las camas.
—“Deberías haber preguntado antes de invitarte a ti mismo, Draco”. Severus reprendió al chico. Draco lo miró mal y dijo: “Sí pregunté. Harry dijo que estaba bien”. Su ahijado entró tambaleándose en la habitación y Sirius sintió que su irritación se desvanecía cuando Harry bostezó. ¡Su cabello estaba de punta y tenía dibujos de patos en sus pantuflas! ¡Su cachorro era el niño más lindo del mundo entero! ¿Cómo tuvo tanta suerte? Cuando fuera mayor, sería aún más lindo. Se congeló tan pronto como tuvo el pensamiento. Su ahijado ya tenía casi doce años. ¿Qué pasó cuando tenía dieciséis años? ¡Sirius sabía lo que estaba haciendo cuando tenía dieciséis años y Harry ya tenía un niño durmiendo en su cama! Antes de que pudiera colapsar, Harry lo miró entrecerrando los ojos antes de sonreír “¡Buenos días a todos! ¡El desayuno se ve genial!” Respiró hondo y lo dejó salir lentamente. Tenia tiempo para aterrorizar al chico Malfoy para que nunca tocara a su ahijado románticamente. ¡Los Black eran los mejores para inspirar miedo en los demás! Cuando todos se sentaron a desayunar, Sirius olvidó un detalle crucial. Draco también era un Black.

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Harry se cepilló el cabello antes de ponerse una diadema. ¡La abuela lo había dejado revisar algunas de sus cosas y encontró una hermosa diadema verde que dijo que podría tener! Pensó que se veía sorprendente en él. Era bastante grueso e hinchado, lo que le daba un aspecto vintage. Tenía un par de pantalones cortos que terminaban por encima de sus rodillas y una camisa blanca metida en ellos. Hizo una pose y el espejo dijo “¡bravo, cariño!” No pudo evitar reírse mientras salía de su habitación. Solía pertenecer al hermano pequeño de Sirius. La abuela se puso triste cuando preguntó por el tío Regulus, así que dejó el tema.
“¡Abuelita! ¿Está ahí?” Las cortinas se abrieron para revelar a su abuela recostada en su silla. Ella dejó escapar un grito ahogado cuando lo vio.
“¡Te ves precioso, querido! ¡Sabía que esa diadema te quedaría maravillosa!”. No pudo evitar su felicidad por su alabanza. Sabía que si hubiera mirado una diadema antes, tía Petunia lo habría encerrado en su armario por ser "del tipo equivocado", lo que sea que eso significara.
“¡Gracias abuela! Vamos a un partido de Quidditch. ¡El Sr. y la Sra. Malfoy nos compraron boletos para Yule!” Sabía que Sirius y Draco estaban emocionados por ir, pero Harry pensaba que el Quidditch era aburrido. El Sr. Severus dijo que habría refrigerios para que él lo soportara por su amor. Se reunió con todos en la sala de estar y agarró la mano de Draco.
“¡Te ves impresionante, mi corazón! ¿Cómo alguien va a poder ver el partido cuando estás allí?” Draco dijo con adoración. Harry no pudo evitar sonrojarse. Draco era ridículo.
“Harry, ¿esa es la diadema de mi mamá?” Sirius se puso un poco verde cuando preguntó.
"¡Sí! Me lo dio la abuela”. Iba a comprar más en todos los colores, mantenía su cabello fuera de su cara.
"Ya veo” Se aferró a Sirius mientras Draco hacía lo mismo con el Sr. Severus y los desaparecieron. Aterrizaron en un campo rodeado de tiendas de campaña. La gente usaba pintura facial y camisetas.
“¡Muy bien chicos! ¡Asegúrense de quedarse con nosotros!” dijo Sirius y ambos asintieron. Diez minutos después, Harry estaba perdido. Accidentalmente había soltado la mano de Draco y no sabía dónde estaba. ¡Tenía que encontrarlos rápidamente antes de que Draco quemara el lugar hasta los cimientos! Intentó volver sobre sus pasos sin éxito.
“¿Necesitas ayuda?” Una voz le preguntó.