Una Slyterin muy diferente

𝙲𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚝𝚛𝚎𝚜

Narra Charlie.

Me asuste tanto cuando vi que cerro los ojos, que crei que la perdía, para mi ya no tenia a mi novia, ya no tenia nada, me quede afuera de la enfermería en donde no me dejaron entrar, que me dieran noticias, cuando salió su padre y detrás de el una camilla, en donde iba mi novia, diciendo que había sobrevivido de milagro, y que necesitaría mucha ayuda.

Para es estoy yo, no me separo de ella para nada, estoy a su disposición las 24 horas, que me sentía cansado por dormir en el suelo, ya que no aceptaba dormir en otra cama o en un mueble, mucho menos con ella en donde puedo lastimar toda su herida, así que dormir en el suelo a su lado.

Iba a volver a su cuarto, cuando mis padres, ron y ginny me detienen.

—Como esta ella?—Me pregunta mi madre.

—Con dolor y se demorara en curar, yo me quedare con ella hasta que pueda volver a hogtwars.

—Hijo.—mi madre e tomo de las manos.—Queremos hablar con Adaliah y disculparnos.

—Por que de todo se van a disculpar con ella?—les pregunte.

—Como tu lo dices hijo por todo—Me dijo mi padre.

—Fuimos malas personas.—Dijo Ron.

—Ella es una serpiente con corazón de leona.—Dijo Ginny

—Yo fui la que mas me equivoque hijo.—dijo mi madre.—Una chica que se mete a ser puñalada por mi hija, se merece mucho mas que mi respeto y aprobación.

Yo sonreí.

—Al menos cambiaron de idea, supongo que pueden entrar a hablar con ella.

Los lleve a la habitación,Adaliah estaba recostaba en la cama, con un brasier y su abdomen vendado, mientras los gemelos la entretenían. apenas la puerta se abrió ella vio a mis familiares dejo de reírse.

Yo me acerque a ella y bese su cabeza y luego sus labios, sentandome a su lado.

—Que sucede?—pregunto.

Mi madre dio un paso al frente.

—Venimos a disculparnos, por ser una porqueria de seres humanos contigo, nuestros prejuicios nos hicieron comportarnos así, no quería a una serpiente como novia de mi hijo, pero tu eres una slytherin mu diferente, asi que espero que nos perdones.

Ella los vio a todos y me vio.

—Me puedes ayudar a sentarme?

—Claro.

me levante y yo la alce con cuidado, tratando de no tocar su abdomen, Bill, acomodo las almohadas para que ella quedara sentada, yo sabia que ella odia que hagamos este tipos de cosa, con cuidado la deje sentada con la espalda recostada en las almohadas, para luego ver a mi padres y hermanos.

—Claro que los perdono.

Yo sonreí y sin poder evitarlo bese a mi chica de la muerte en los labios, sin lastimarla.