🏈Capítulo 4🏈

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Todo por su felicidad

Travis

Hemos ganado como siempre, no es que sea un presumido, pero prácticamente siempre ganamos. Los chicos y yo ponemos todo de nuestro esfuerzo para ganar cada juego en el que competimos, somos el orgullo de nuestra universidad y muchas quieren competir con nosotros.

Cuando el juego acaba, empiezan a tirar cohetes al cielo y a celebrar. La verdad a mi me da igual porque estamos en el primer partido de temporada.

Mae corrió a mi y se lanzó que tuve que sostenerla con una mano y ella me besó en la mejilla entusiasmada. No quiero ser grosero con ella y rechazarla frente a todos, sería un acto idiota de mi parte. Cuando se bajó le di una pequeña sonrisa cuando me quité el casco y alboroté mi cabello castaño.

No se por que mi mirada fue a dar a las gradas y, ahí está ella. Está bajando de las gradas con su amiga pelinegra que va contenta y ella va de brazos cruzados y con mala cara. Sonreí para mis adentros.

Es tan antipática, joder.

—¡Estuviste genial! —me dijo Mae y la miré.

—Gracias —me sonrió.

—Te dejo para que te vayas a duchar. ¡Nos vemos al rato! —sacudió la mano y empezó alejarse yendo para que sus amigas. Suspiré y empiezo a caminar fuera del campo. Él entrenador nos felicitó y nos dijo que fuéramos a descansar.

Mi equipo se empieza a dirigir a los vestidores, pero yo me dirijo hacía una castaña baja que camina con mala cara.

Cuando me detuve frente a ella y su amiga, rodó los ojos.

—¡Felicitaciones! —me dijo la pelinegra y le sonreí de lado.

—Muchas gracias, ¿cómo te llamas? —le pregunté mirando de reojo a Kylie.

—Dafne —respondió ella.

Asentí en su dirección y luego clavé mis ojos en los de ella marrones.

—¿No me vas a felicitar? —le pregunté.

—¿Tengo qué hacerlo? —replicó de mala gana.

Esta chica me encanta, joder.

Lamí mis labios.

—Claro que si, ahora estudias aquí y deberías felicitarme por ganarle a otras universidades —me entornó los ojos.

—Si no me nace, no lo hago —aclaró sin cambiar su expresión de odio hacía mi.

Me encanta.

—Ky... —le susurró su amiga entre dientes. La enana se encogió de hombros.

—Vámonos, Dafne —tomó la mano de su amiga y me pasó por un lado volviendo a rozar su hombro con mi cuerpo que se tensó por completo.

Me volteé y la veo irse muy digna con su amiga que me gritó lo siento y solo negué.

Otra vez, ella me ha dejado con la palabra en la boda y estoy jodido porque me excita y encanta a la vez. Esa chica me va a volver loco. La odio por dejarme así, ¿quién se cree esa enana?

Sacudí la cabeza y me dirijo a las duchas, al entrar me encuentro a mi equipo saliendo de ellas algunos desnudos y otros con toallas en las cinturas.

—¿En dónde coño estabas? —inquirió Asher desnudo delante de mi. Rodé los ojos.

—Pareces mi mujer y tápate —dije entre dientes y soltó una carcajada tras de mi.

—¡No es mi culpa que no quieres apreciar mi cuerpo, Travis! —blanqueé los ojos al escucharlo. Le di la mano a otros del equipo y luego empecé a desvestirme.

Fingiendo por tres meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora