🏈Capítulo 19🏈

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San Diego
(Parte dos y última)

Travis

—Creo que este está bien —Dafne se giró hacía mi, le mostré el traje de baño completo de tiras y con una pequeña abertura negra en la espalda.

Se acercó a mi y sonrió.

—Es perfecto, Travis —caminamos a la cajera.

Vi un sombrero de playa y la tomé, tal vez ella no quiera quemarse su hermoso rostro. Dafne se puso a mi lado y esperó que pagara.

Le habíamos preguntado a Tina sobre una tienda de traje de baños cerca, esta es la más cercana al vecindario donde vive ella. Le había pedido el favor a Dafne que me acompañara, duramos un rato para elegir un traje de daño que le guste a mi novia.

Lo bueno de venir, es que venimos caminando y nos vamos de la misma forma. El vecindario queda a tres cuadras de la tienda. Yo me coloqué mis lentes de sol, en mi mano derecha llevo la bolsa con lo que compré.

Dafne lleva una falta y la parte de arriba de su bikini rojo, ella va muy feliz.

—Es muy lindo lo que acabas de hacer por mi amiga. Debí darme cuenta que no se iba a sentir segura con los trajes de baños que le traje —habló en tono bajo, ya no está sonriendo.

—No te sientas mal, Dafne. Kylie siempre aprecia lo qué haces por ella —me miró, esperanzada.

—¿En serio? —asentí, ambos seguimos caminando tranquilamente. Ella lleva un sombrero y unos lentes de sol también —. Cómo quisiera meterla en algo seguro para que nadie le vuelva a poner una mano encima —la miré de reojo.

—Somos dos, pero yo mismo me encargaré de que nadie la toque. ¿De acuerdo? —alzó la mirada para verme.

—Confío en ti, Travis —sonreí de lado —. Me di cuenta que no eres un hijo de puta cómo pensaba —palmeó mi hombro derecho, la miré ofendido. Ella soltó una carcajada —. La forma en que tratas a mi amiga es única, tus ojos brillan al mirarla.

Me tensé.

—Es algo normal... —alzó una ceja.

—No me sorprenderé cuando me digas que estás enamorado de ella —quise decir algo, pero me interrumpió —. Y no digas nada —me señaló.

Terminé bufando.

Para cuando llegamos a la casa de Tina, Dafne va con los chicos a la playa. Yo decidí subir a la habitación para buscarla, ella está en el balcón tomando fotos en su cámara. Los bikinis siguen sobre la cama. Kylie se giró hacía mi, miró la bolsa en mi mano.

—¿A dónde fuiste? —sonreí por su voz.

Me acerqué a ella, sin dejar de mirarla. Enana me mira confusa, alzó una ceja.

—Te compré esto —le extendí la bolsa.

Muy ceñuda, la tomó. Me quedé esperando a que la abriera y sacara el traje de baño negro. Se quedó mirándolo unos segundos sin decir nada, tragó grueso.

—Travis...

—No quiero que te sientas insegura con un bikini de dos piezas, así que decidí ir con ayuda de Dafne a una tienda por aquí cerca para comprarte un traje de baño completo. Así no te sentirá tan insegura al mostrar tu abdomen —hablé con tono bajo.

Ella clavó sus ojos en mi, una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

—Es precioso, me encanta —sonreí.

—También te traje un sombrero y unos lentes para el sol —lo sacó de la bolsa —. ¿Te gusta? —pregunté bajo.

—¿Cuánto te debo? —fruncí el ceño —. Esto debió...

Fingiendo por tres meses Where stories live. Discover now