🏈Capítulo 14🏈

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Explicación delicada

Kylie

Jamás había tenido tanta atención, cada vez que paso por los pasillos, todos se giran para verme. Muchas chicas me miran con mala cara, otros chicos murmuran entre ellos. Me siento expuesta por tantas miradas en mi, no me gusta. Ni siquiera hacen el mínimo esfuerzo por disimular el disgusto que tienen hacía mi.

Desde que..., el idiota de Travis dijera que soy su novia delante de todos y me besara, el maldito me dijo que luego me explicaría todo, pero primero tenía que ir a entrenar.

Pero yo, Kylie Watson, no pienso quedarme de brazos cruzados. Ese chico engreído me va a escuchar, no quiero seguir siendo la más odiada en todo el campus. No me gusta.

Después de salir de mi ultima clase —evitando hablar con Dafne —, me dirijo al campo de fútbol. Me colgué mi mochila y camino sin mirar a nadie, trato de ignorar los murmullos y las miraditas que me dan todos lo que me pasan por un lado. Apresuré mis pasos y salí al campo.

Me dirijo hacía las gradas, allí están todos los jugadores con su entrenador.

Tomé una bocana de aire y me acerqué, repiqueteando mis dedos. Mi mirada se clavó en la espalda de Travis, el entrenador le está comentando algo.

Levi se giró hacía mi, sus ojos verdes oscuros me escanearon por completo. Me puse más nerviosa, pero no pienso demostrarlo delante de nadie.

Él le tocó el brazo a Travis, le indicó que mirara hacía atrás, lo hizo. Su mirada se clavó en mi, frunció el ceño.

—Necesitamos hablar —me detuve delante de él, cruzándome de brazos.

Alzó una ceja.

—No puedo ahorita, mi vida —me dijo en tono bajo.

—No me importa. Necesito hablar contigo, no me iré hasta que hablemos —espeté de mala gana.

Todos se miraron, confusos, ¡hasta el entrenador!

Travis se pasó la mano por su cabello, brilla más en el sol.

—Mi vida, no puedo ahorita...

—Tomemos un descanso, chicos —informó el entrenador, todos asistieron, agradeciéndome a mi.

Asher está sentado en las gradas junto con Levi, ambos están mirándonos y secreteando entre ellos. Los ignoré.

Volví a mirar a Travis.

—¿Qué decías? —soltó un largo suspiro.

—Ven contigo —rodeó mi cintura y me arrastró con él.

Obviamente, me zafé de su agarre de mala gana. Nos alejamos hacía los vestidores, al entrar, miro de nuevo al chico engreído. Sus mejillas están rojas y sus ojos mieles brillan muy lindos..., tengo que callarme.

—¡¿Cómo se te ocurre?! —al fin, exploté.

Él me miró, algo asustado.

—Kylie...

—¡Todos en el campus me odian! ¡¿Cómo se te ocurre besarme delante de todos, Travis?! —él suspiró.

—Mira, sé que hice mal, lo sé. Pero tenía que hacerlo, Kylie —le entrecerré los ojos.

—¿Y por qué? —me crucé de brazos.

—Era la única forma de que aceptaras ser mi novia. Te aclaro que no tengo nada que ver con quién tomó la foto, no lo sé —negué.

Fingiendo por tres meses Where stories live. Discover now