🏈Capítulo 11🏈

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No más problemas 

Kylie

Si mi tía se vuelve enterar que he conversado con Travis, mi sueño se arruinará. En serio, ¿por qué quise irme con él a ese mirador? Solo quería desaparecer, sentía mucha presión. Admito que fue agradable pasar el rato con el chico engreído, no estuvo tan mal. Pero..., no quiero tener más problemas. Dios, todo es tan frustrante para mi. Ha pasado una semana, las uñas marcadas en mis mejillas han desaparecido.

—¿Estás bien? —levanté la cabeza y miré a Dafne por encima de mis gafas. Está sentada en su cama con las piernas cruzadas, lleva una mascarilla en el rostro.

—Si, estoy bien —mentí, viendo las fotos que tomé en mi laptop.

—Oh, no —fruncí el ceño y la volví a mirar —. ¡No he tomado las fotos! —se levantó de un salto de la cama.

—Hay que entregarlas la próxima semana —recordé bajo.

—No he tenido nada de inspiración, Kylie. ¿Cómo tomo fotos si no estoy de ánimos? ¡Mi madre me matará! —cerré mi laptop y me levanté.

—Yo puedo ayudarte —me miró, esperanzada.

—Pero..., no quiero que dejes de hacer tus cosas —negué.

—No tengo nada que hacer, podemos ir mañana al parque y tomamos muchas fotos —propuse, sus ojos brillaron.

—¡Gracias, gracias! —me abrazó por el cuello —. ¡Eres la mejor! —sonreí de lado.

🏈

—Hoy el atardecer está precioso —le comenté a la pelinegra, ella está a mi lado con su cámara.

—Si, lo malo es que no me puedo concentrar para tomar fotografías así como tú las tomas —hizo un mohín.

—Solo tienes que olvidarte de todo tu alrededor. Levanta la cámara —me hizo caso —, ahora solo déjate llevar por lo que más te llama la atención, ¿de acuerdo? —asintió, soltando un largo suspiro.

Ambas estamos en el parque, la tarde está preciosa, más el cielo. Nosotras venimos a una parte un poco solitaria, me gusta venir aquí para tener buenas fotografías. Hoy es sábado, por fin. Menos mal había terminado las tareas que nos dejaron ayer, así me puedo concentrar en las fotografías que tengo que hacer.

Dejo de mirar a Dafne, mis ojos cantan a una hermosa familia. Una niña con sus papás y un lindo cachorro. Ambos están en el césped, se ven preciosos así.

Alcé mi cámara, enfoqué bien y tomé algunas fotos. Los padres miran a su pequeña hija con un gran cariño, el cachorro brinca feliz.

Mis ojos se aguaron un poco al verlos, es una linda imagen. Me hacen recordar las veces que papás me llevaban al parir, hacíamos picnic en el césped. Mamá tomaba muchas fotos, papá y yo reíamos y posábamos para ella.

Dios, los extraño mucho.

—¿Todo bien? —salí de mi trance y miré a Dafne, que se puso a mi lado. Tiene su cámara colgada del cuello. Me mira preocupada.

Sacudí la cabeza.

—Si, solo me agradó ver a esa familia —siguió mi mirada. Sonrió de lado.

—Apuesto a que eras así con tus papás —me miró.

—Bastante —sonreí a medias.

—Vamos a comer algo y luego nos vamos al campus —asentí.

Una hora después, estamos entrando a nuestro dormitorio. Habíamos ido a comer helados, ya son las siete de la noche.

Fingiendo por tres meses Where stories live. Discover now