¡Lo real está aquí!

Capítulo 11

_¿Y para cuando es la boda?-retumbó la voz de John en el silencio sepulcral que de había hecho.

Draco notó que John lo miraba sólo a él.

_Bueno ya se lo pedí-dijo Draco mirando a Hermione. Los ojos de ella expresaba indignación y sabía que él enfado duraría mucho tiempo.

A Draco no le importaba. No iba a permitir que criara al bebé sola. Y no iba a consentirle que le apartara de su vida. Él no era como su padre. Nunca la abandonaría, ni a ella ni a su hijo. Se había dado cuenta de esos mientras cenaba solo la noche anterior, comiéndose lo que ella le había preparado. No podía cruzarse de brazos, tenía que hacer algo drástico, y sí ella se enfadaba, pues tendría que consentirla para que se pasará.

_Ya se iba siendo hora-dijo Jean.

Hermione miró a su madre, estupefacto.

_¿Qué?

_Dije que ya era hora. Lo veíamos venir.

_¿Qué es lo que veían venir?

_La forma en que los dos se miran cuando saben que el otro no está mirando o el hecho de que una conversación no dure mucho sin que mencioné a Draco, indica mucho hija.

Draco sonrio con satisfacción.

_Aun así, te llevo bastante caer en sus brazos, hermanita-leañadió Emily.

Hermione desvío la mirada a su hermana.

_¿Tú también?

Claro dijo Emily sin inmutarse, comiendo un trozo de tarta-. Hemos estado especulando al respecto durante los últimos diez años más o menos-Emily se volvió hacia su madre y extendió la mano. Me debes dinero.

_¿Hicieron una apuesta?-preguntó Hermione.

_No iba a desperdiciar la oportunidad. Era una apuesta segura-dijo Emily, metiéndose el dinero en el bolsillo.

_¡Apostaste en mi contra!-protestó Draco indignado mirando a Emily.

_Bueno Hermione siempre has sido bastante cabezota.

_¡Quiero saber cuando es la boda!-estalló John, al ver que la conversación se desviaba del tema principal.

Todos se giraron para mirarlo, observando que se estaba poniendo rojo.

_Por mí, cuanto antes, mejor John.

_Cállate, Draco-dijo Hermione has hecho esto para tener aliados.

_Así es, cariño.

A Hermione le irritó su arrogancia. Se sentía presionada en todos los frentes. ¿Acaso creía que esto era fácil para ella?¿Que como todos querían iba a casarse con él sin más?

_Bueno, el matrimonio es para siempre tal y como yo lo entiendo me llevará más o menos ese tiempo poder perdonarte-le dio un empujón y se dirigió a zancadas hacia la casa, cerrando la puerta de golpe.

_Disculpenme-dijo Draco, e hizo ademán de seguirla.

_Dejala, Draco-dijo John, levantándose de la silla.

Draco se detuvo y lo miró con él ceño fruncido.

_Los demás, déjennos solos. La fiesta ha terminado-senteció John, y luego le  indicó a Draco que se acercara-. Vamos hijo, tenemos que charlar un rato le dijo-mientras tomaba una botella de whisky amargo, envejecido durante veinte años, que le había si hija, y dos vasos de papel.

Draco asintió, con algo de presión mirando hacia la puerta, y los dos se encaminaron hacia el banco que había en el extremo del jardín.

John se sentó, sacó el tapón y vertió el contenido de su regalo de cumpleaños en los dos vasos.