EL ANGEL. LOS CABALLEROS CELESTIALES

VI. MISIONES SECUNDARIAS.

Ya había pasado más de una semana desde que Ángela recibiera los poderes del corazón de cristal, Joan pasaba horas con ella entrenándola en el uso de sus increíbles habilidades las cuales eran más de las esperadas por parte de la guardiana cósmica. Durante todos esos días, Guerra e Iridadiel traban de encontrar a Ammón y sus infamias, pues desde la inmolación de Brank, no se sabía nada de ellos y Antonio, él lleva dos días sin aparecer en su apartamento.

- ¿Cómo encontraremos a Ammón?- se preguntaba Joan- Es decir, ya cree un pulso de energía para que el cretino me detectara y ni siquiera ha enviado a uno de sus monstruos.

- Lo sé- respondía Guerra- pero además ¿No les parece raro que una vez que Joan propuso el atraer a Ammón el mismo desaparece?

- ¿Qué tratas de decir?

- ¿Y si Guerra le aviso a Ammón de nuestro plan?

- Eso no es posible- dijo Iridadiel quien meditaba en posición de flor de loto en la esquina del gimnasio del departamento- Antonio tiene una enorme lealtad a Lucifer, aunque avisar a Ammón de nuestros planes le daría una ventaja, ese tipo de estrategias alevosas no son propias de él, después de todo, es un príncipe.

Todos guardaron silencio, mirándose en sí.

- Guerra, Ángela, Joan, debemos tener en cuenta una cosa, aunque Fuentes también tiene interés en destruir a Ammón, esa es en realidad su segunda misión, tiene algo más importante que hacer en esta tierra, algo que todos desconocemos.

- Entonces estamos como al principio, solos.

- ¿Acaso esperabas que uno de los amos del infierno peleara codo a codo contigo Guerra?

- Tal vez.

- Dejemos de parlotear de una vez- Intervino Ángela- el mismo Fuentes dijo que a él y su reino no le interesan en realidad los corazones de cristal, él ni es una amenaza para nosotros. Sigamos intentando atraer a esa criatura y destruyámosla de una vez.

- Bien, será mejor que lo hagamos en lugar desolado, después de todo la ciudad no tiene mucho de haber sido restaurada.

Iridadiel salió de su meditación y se coloco frente a todos.

- Hay un desierto en este país que no tiene un alma en kilómetros, sería perfecto para la siguiente batalla.

- Vayamos ahora.

Desde las oficinas de PROTECH, Mateo se dio cuenta de todo gracias a las cámaras de seguridad, anoto todo lo que dijeron y lo envió como mensaje a Antonio, él tampoco sabía en donde se encontraba. Mateo aun se recuperaba de las heridas que le causara Quimera en la batalla del depósito de chatarra, Iridadiel se había ofrecido a curarle, pero él se negó, argumentaba que quería recuperarse como humano, sin ningún tipo de intervención divina o demoniaca.

Mateo, como ya lo hemos descrito, era el director general de la compañía tecnológica más grande del mundo y era la mano derecha de Antonio y como tal le informaba de todo, aunque no supiera donde se encontraba.

- ¿Mateo sigue preocupado?

- Siempre, lo ha estado desde que te conoció.

Fuentes viajaba en un auto de lujo, hablaba por teléfono con una mujer.

- Mis informantes me dicen que Zharim y Loretta han llegado a Querétaro ¿Puedo saber por qué estás tú allí?

- Solo extrañaba el país.

- Pero no me informaste de tu desplazamiento.

- Antonio, por favor, no tengo que decirte todo el tiempo en donde estoy, estaremos bien, vendrás ¿no?