VII. EL PODER DE UN DIOS.

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- No tengo idea de quienes puedan ser ustedes- agrego Darimidiel- pero he de suponer que estamos peleando por lo mismo ¿No es así?

- No lo sé, pero por ahora todos queremos matar a este bastardo- Crissio hizo girar su espada- así que hagámoslo.

La batalla una vez más se intensifico, nadie podía explicar cómo era que Zharim se hacía cada vez más fuerte, incluso Darimidiel, quien solía tener poder divino le pareció que el mutante estaba demasiado cerca del poder de los ángeles, este mortal los estaba poniendo en apuros.

Loretta y Alone llegaron entonces a la pelea, un licántropo, un vampiro y un ángel caído era algo que no se todos los días.

- ¡¡¡Allá voy!!!

Alone dio un gran salto con una daga en la mano, pero fue repelido por su rival y arrojado con fuerza contra los cristales rotos del cuarto de pánico en el que hace un momento se ocultara Mariana, Loretta se limito a atender al joven vampiro, pues sabía que ella no tenía la mas mínima posibilidad de enfrentar a la bestia, además todas sus armas se habían agotado.

A pesar de su regeneración , Alejandro seguía herido a casusa de la fractura de sus costillas lo cual no le importo y continuo arremetiendo con sus grandes fauces a Zharim, pero estaba perdiendo agilidad y le era más difícil evadir los golpes, al momento que lanzo una mordida contra el monstruo este lo sujeto por las grandes mandíbulas y aunque los colmillos se clavaron en su piel, hacia todo lo posible por romper las fauces del licántropo, Alejandro se batía desesperadamente en el suelo, haciendo uso de sus patas traseras para tratar de deshacerse de su captor.

- Se acabo cachorro, este es tu fin.

Pero la espada de Crissio le atravesó el pecho, Zharim soltó al lobo y le dio un fuerte golpe en la cabeza dejándolo inconsciente, Crissio respiraba con dificultad y la energía de Zharim parecía no agotarse.

- Crissio, el legendario Rey Vampiro, todo este tiempo has creído que es un honor ser el máximo representante de una horda de asquerosos chupasangre, debiste esperar tu turno, pues después de encargarme de ese niño tu ibas a ser el siguiente, pero ¿Por qué esperar? La redención de Dios está justo aquí en mi puño.

- ¿Redención? "Tu Dios" no ha hecho si no quitarme todo, no busco su redención, no busco nada.

Los golpes del vampiro eran cada vez más lentos, más débiles, Zharim sonreía ante su enemigo, había escuchado muchas historias sobre él y ahora se encargaría de acabar con la leyenda.

- Sejano y Nod fracasaron en matarte, pero yo no lo hare.

Sujeto el brazo izquierdo de Crissio y lo levanto hasta la altura de su cara, tomo al vampiro por el cuello y comenzó a presionar lentamente, Crissio ya ni siquiera forcejeaba, afortunadamente, antes de que el cuello del inmortal cediera, una esfera de energía golpeo el pecho de la bestia, Darimidiel lo retaba.

- Monstruo, no te dejare hacerlo.

- Eras un guerrero de Dios ¿Por qué le has dado la espalda?

- Porque ellos lo hicieron primero; has conseguido una fuerza increíble Zharim, pero hasta aquí has llegado.

Batió sus alas metálicas, Crissio se arrastraba en el suelo con la cara ensangrentada y noto que Alejandro había dejado de respirar y Alone no recuperaba la conciencia.

- No, no otra vez.

Los puños de Zharim y Darimidiel se estrellaban causando pequeñas fluctuaciones de aire y la tensión de sus músculos, el ángel caído se dio cuenta entonces que la fuerza de Zharim comenzaba a ceder y debía darse prisa si es que quería derrotarlo y cumplir con su compromiso con el príncipe Astaroth, así que con todo su poder ataco, su puño se impacto directamente con la mandíbula del mutante y este trastabillo, giro sobre sí mismo y le propino una fuerte patada en la cabeza, pero la bestia no cedía, sujeto la pierna de Darimidiel y con pura fuerza bruta le rompió la pierna, el ángel cayó al suelo lanzando un grito desgarrador, los inmortales habían sido derrotados.

EL ANGEL. LOS CABALLEROS CELESTIALES Where stories live. Discover now