Capitulo 36

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Cuando llegamos al castillo vampiro fui la primera en bajarme. Algo de volver hacia mi corazon latir desesperado, tal vez por que habia pasado tantos dias en ese castillo, con esos vampiros, y era imposible que estar un par de horas el dia anterior ayudara a calmar la intensa necesidad de recorrer sus amplios pasillos y majestuosas habitaciones. -Su alteza- uno de los guardias de la entrada hizo una reverencia inmediata -Solo Harper, ese es un habito que debe cambiar Elias- le corregí, lo mismo que hice en mi cumpleaños cuando me felicito hace 2 años. El era uno de los guardias principales que respaldaban la seguridad del castillo, no hacia falta decir que era de los guardias con los que mas me topaba. Los guardias del castillo solían ser muy serios y centrados, pero conforme pasaba el tiempo se ablandaron a mi, regalándome sonrisas ocasionales.Mas de una ocasión me senté cerca de ellos sin interrumpir sus deberes y hablaba del día o me contaban cosas sobre vampiros y la familia real. Me había familiarizado con ellos.

Pareció que lo tome por sorpresa, el joven guardia de ojos oscuros asintiendo con rapidez conforme el color se apoderaba de sus mejillas, su mirada permanecio en la mia, aun cuando Dylan, Davitte y Paul se acercaban a paso tranquilo. -Es un honor volver a servir en su proteccion princesa... fue extrañada, bienvenida de vuelta a su hogar, Harper- dijo con una sonrisa sincera. Le agradecí con una sonrisa al tiempo en que los chicos me alcanzaban a la punta de las escaleras y entrábamos juntos al castillo -Creen que haya tiempo de ir por galletas a la cocina?- pregunte curiosa mientras mi cuerpo me guiaba por si solo a la habitación, era interesante ver que aun después de dos años, no tenia que pensar en el camino a mi cuarto.El cuerpo tenia memoria y el mio no olvidaría las cientos de veces que pase por esos pasillos.

-Avisaras que estas aquí?- pregunto Dylan mientras íbamos a mi cuarto -No es necesario que lo haga, algunos vampiros tienen una forma muy curiosa de comunicarse por telepatía, dependiendo de sus capacidades, cada reino vampiro tiene una cierta cantidad de guardias y asesores con esa capacidad, el que estaba enseguida del que hablo con Harper en la entrada usaba un relicario que solo usan los telepatas del reino, el debió de comunicar nuestra presencia al rey o a Noah- comento Paul como si fuera lo mas casual del mundo.Dylan, Davitte y yo nos detuvimos para mirarlo fijamente, esa información no la tenían los cazadores. Paul se sonrojo y nos regalo una dulce sonrisa tímida como todo un cachorro adorable -Pase mucho tiempo con Victor- fue su explicación ante el por que conocía de aquello -Le dicen a tío Noah, papá no quiso enterarse de nada desde que le avisaron que Davitte venia pero se iba hasta la mañana siguiente- admití alzándome de hombros para ir a mi cuarto -Colpa mia, me gusta ver a Harper dormir- agrego Davitte sin tomarle importancia, esas dos palabras en italiano mandando mariposas a mi estomago mas de lo que su confesión lo hacía.

Entramos a mi cuarto y Davitte se tumbo en la cama como si de una costumbre común se tratara, aunque el si tenia esa costumbre por tantas veces que había estado en mi cuarto.Dylan se sentó a un lado y Paul jalo la silla de mi tocador para sentarse ahi.Se me escapo una risa involuntaria por lo cómodos que lucían antes de ir a mi armario para agarrar ropa -Empaca lo que necesites para llevar a la casa y que te quedes ahi algunos días- me aviso Davitte y lo mire curiosa antes de solo asentir con una sonrisa, unos días en tranquilidad con mi novio no eran molestos. Fui a cambiarme y al salir metí algo de ropa en una mochila -Por que tienes prisa?- pregunto Dylan curioso. Paul estaba en silencio, probablemente arrepintiéndose de haber querido acompañarnos por que ahora quedaba en medio de mis melosos novios, y uno de ellos era su hermano.

-No es que tenga prisa... simplemente me agradaría ahorrarme el encuentro con Jonathan y Cameron- susurre lo ultimo, ambos licántropos atentos a lo que decía -Los extrañe, en verdad lo hice pero quisiera por hoy solo ir a ese picnic con ustedes sin pensar en repetir la conversación de ayer- explique aunque ellos no me pedían ninguna razón, nunca lo hacían, nunca necesitaban una razón para apoyar lo que yo hiciera o decidiera, con o sin avisarles de antemano ellos siempre estaban listos para respaldarme. Dylan se levanto de la cama y se acerco a mi para recargarse contra el armario, sus brazos cruzados sobre su pecho, con las mangas de su camiseta alzándose ligeramente de forma en que uno de sus tatuajes quedaba parcialmente a la vista, ese se lo había hecho hace 4 años, pero la tinta lucia mas reciente así que se había realizado un retoque.Había aprendido un poco de como lucían los tatuajes recién hechos y los mas antiguos por las veces que se había tatuado después de conocerlos, nunca lo acompañe y me seguía preguntando si Dylan llegaba a demostrar incomodidad o algún dolor, o si solo impresionaba a los tatuadores con su gran resistencia al dolor. -Nadie te juzgara por mantener tu distancia, se que ellos se podrán imaginar también lo difícil que fue para ti... Aun si necesitaras espacio de nosotros, lo entenderíamos, pero si quieres que vayamos a ese picnic y conversemos de cualquier tontería entonces lo haremos... Nosotros, todos, avanzaremos al paso que tu prefieras hasta que te sientas bien de nuevo- me dijo con voz suave, acercando su mano a mi rostro para acariciar mi mejilla lentamente con su pulgar -Me siento bien con ustedes... eso es lo que me ayuda a sentirme mejor- le dije con sinceridad.

Entre Corona Y DagaWhere stories live. Discover now