Capitulo 37

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POV DAVITTE

Tal vez fuera malo que yo lo dijera, pero el demonio era similar a Harper.

Los demonios se creía estaban hechos del sufrimiento que las almas arrastraban consigo, solo eran sombras sin sentimientos ni esperanza. Seres malignos que su único propósito era recorrer nuestro mundo llevando sus pesares consigo.

Sin embargo, esa creencia ya había demostrado ser incorrecta, no solo por que Harper era una de ellos y cargaba el alma mas tierna, amable, bondadosa, dedicada y amigable. Ahora teníamos evidencia irrefutable de que los demonios eran seres mas inocentes de lo que hubiéramos podido imaginar.El demonio estaba sentado a un lado de Harper, donde Dylan había estado hasta que el nuevo amigo de nuestra novia llego, juntos comían galletas y entre ambos podrían ser capaces de acabar con la dotación de galletas mundial.Parecían conversar aun cuando nosotros no podíamos escucharlo hablar, Harper había explicado que entre diferentes tipos de demonios que existían, su amigo en particular era de un tipo que no podía comunicarse con otras especies o humanos. En realidad parecía sorprendida de que hubiera llegado ahi, como si la zona en la que estábamos no fuera algo posible al alcance de los demonios.

-Como pueden comer tantas galletas?- pregunto Dylan a mi lado, Harper y su amigo se voltearon a verlo antes de comer otra galleta.Aun cuando no tenia facciones, acercaba la galleta a nivel de donde seria su boca y esta desaparecía en oscuridad -En el infierno no hay galletas- respondió sonriente Harper, como si eso fuera suficiente para hacernos entender su necesidad por las delicias azucaradas que consumía sin descanso.

Fuera del hecho de que temblaba ocasionalmente por el clima, Harper lucia feliz. Con ojos brillando de curiosidad mientras escuchaba atenta todo lo que había ocurrido en su tiempo lejos y a veces hablaba del infierno donde había pasado los últimos dos años, su nuevo amigo sorprendentemente parecía decirle cosas ocasionalmente a las cuales ella respondía antes de repetirnos lo que el o eso decía. Parecía que Harper había logrado desarrollar su lado demonio de una manera impresionante, ahora logrando comunicarse hasta con esos seres que creíamos no tenían interés en hablar.Aun ahora que había dejado ese infierno, su capacidad de interactuar con un demonio hecho de sombras era impresionante.Ella era impresionante.

Cuando volvió a temblar pase un brazo por sus hombros, atrayéndola a mi cuerpo hasta sentir como ella misma se acurrucaba con facilidad en mi pecho, con su cabeza en mi hombro.Los demás estaban inmersos en sus propias conversaciones y el demonio escuchaba atento lo que fuera que Lily le explicaba sobre las hadas, aun algo precavida con su presencia. -Cada vez tiemblas más... Quieres irte? Podemos seguir en la cabaña- le avise dejando mi mano recorrer su brazo, aun por encima de la chaqueta tan solo sentir su presencia era embelesante.Ella volvió a temblar aunque algo me hacia suponer que ese ultimo escalofrío no era por el clima -No, me gusta aquí- se quejo alzando su rostro para dejar sus labios presionarse contra mi mandíbula, su mayor herramienta de manipulación y que siempre resultaba efectiva -Si te congelas terminaras enferma- le advertí nuevamente, intentando disipar la neblina mental que provocaban sus labios en mi -No importa, si enfermo se que tu me vas a cuidar- respondió con naturalidad, una sonrisa traviesa y relajada, con un aire de descuido.

-Yo siempre te cuidare...- intente prometer, pero una muy pequeña vacilación, la mas mínima duda en mis palabras, logro hacer que ella me mirara confundida -No pude cuidarte estos dos años- susurre, era mas fácil y mejor serle sincero que intentar ocultar lo mucho que me preocupaba que otra cosa ocurriera. Su mirada se suavizo y entrelazo nuestras manos -Si me cuidaste... Cuidaste mi recuerdo y a los que amo... te cuidaste a ti mismo y eso ya es cuidarme a mi- dijo mirandome a los ojos, como si tan solo esas palabras fueran a borrar el rastro que dejo su ausencia.

Aunque quisiera confiar en sus palabras, esa era una de las pocas conversaciones donde le llevaría la contraria a Harper; yo no había cuidado de ella y por eso la vida intento arrebatarla de mi lado.

Entre Corona Y DagaWhere stories live. Discover now