❝Donde Jennie reparte postres a todos los vecinos menos a Lisa, quien empieza a desesperarse al ver como la castaña la ignora por completo.❞
➳ Jenlisa
➳ Jennie bottom || Lisa top/gip
➳ Soft, Fluff & Romance.
➳ Historia corta.
➳ Adaptación Jenlisa, o...
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La escandalosa risa de Miyeon retumba por los pasillos del edificio, haciendo que Lisa sonría por ello. Minnie y Yuqi se disponen a entrar en su apartamento entre besos mientras Miyeon les dice que son demasiado empalagosas antes de entrar en su propio hogar, deseándoles una buenas noches a Jennie y a Lisa con movimiento de cejas incluído.
Lisa tiene que rodar los ojos ante eso.
—Ha sido divertido, gracias por invitarme. —Jennie dice, con una sonrisa y ojos brillantes mientras se apoya contra la pared del pasillo.
Lisa la mira y sonríe. No sabe si es el alcohol, el cansancio o el sentimiento de todavía estar en una nube por haber besado a Jennie. Es un poco de todo mezclado, el hecho de haber pasado toda la noche con sus mejores amigas, riendo, bailando y besando de vez en cuando a su bonita vecina.
Y Lisa no quiere decirlo en voz alta, no quiere admitirse así misma lo que realmente ya sabe, pero cree que no podrá retenerlo por mucho más tiempo. Cree que si sigue así, acabará explotando.
Porque tiene a Jennie ahí, mirándola de esa forma que Lisa no entiende todavía, sus ojos verdes brillan y su sonrisa es tan grande y bonita que quizás la pelinegra tiene que retener la respiración unos segundos al verla.
Así que, bueno, si tiene que perder la cabeza por ella, que así sea.
—Ciertamente lo ha sido. —murmura acercándose a ella, colocando sus manos en la cintura de la castaña.
Jennie se muerde el labio, y Lisa vuelve a ser rodeada por el increíble olor a perfume de Jennie. Su corazón late con fuerza y sólo quiere hacer durar el momento, retrasar el momento de alejarse de ella lo máximo posible, porque no sabe cuándo se volverá a repetir.
—Lisa... —susurra, mirando por un corto segundo a los labios de la mayor antes de volver a levantar la mirada.
—¿Mhmm...?
—Estamos en mitad del pasillo. —dice divertida, y a Lisa realmente no podría importarle menos.
Mantiene firme el agarre en la cintura de Jennie, y están tan cerca que sus respiraciones podrían convertirse en una sola.
—¿Puedo preguntarte algo? —susurra, a lo que Jennie asiente.
—Ya lo estás haciendo. —dice de igual forma.
Lisa desea con todas sus fuerzas que el corazón de la castaña esté volviéndose tan loco como el suyo.
—¿Puedo besarte o estás demasiado cansada?
—Dios, no, nunca —suspira—. Bésame.
Lisa junta sus labios con los de la castaña, y en aquel momento tan sólo puede pensar en lo bien que aquello se sentía, en lo natural y correcto que era besar a Jennie como si hubieran nacido para ello. Y tal vez así era, tal vez estaban destinadas a hacerlo, a estar juntas.
