Capítulo 10

3.3K 423 13
                                    

Lisa realmente tarda siete minutos en llegar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lisa realmente tarda siete minutos en llegar. Ni siquiera se molesta en vestirse, sale de casa con sus pantalones deportivos, una sudadera oscura y su chaqueta vaquera.

Y cuando finalmente llega, el fuerte olor a alcohol y la música retumbando con fuerza le hacen fruncir el ceño. Camina rápidamente hasta la barra, donde Miyeon se encuentra preparando una bebida.

—Hey Miyeon. —saluda, apretando los labios.

—Hola Liz, gracias por venir. —le sonríe, pero parece algo preocupada.

—¿Dónde está?

Miyeon va a responder pero es interrumpida por justamente la persona a la que buscaban.

—¡Lisa! —exclama con una sonrisa— ¿Qué haces aquí? ¿Tú también quieres una bebida?

Lisa niega.

—Hola. ¿Estás bien?

—Sí —dice con una sonrisa, mirando a Lisa con ojos brillantes.—. Ahora estoy muy bien.

La pelinegra aprieta los labios mientras asiente.

—Te llevaré a casa, ¿vale? —dice, quitándose la chaqueta vaquera y colocándola sobre sus hombros.

—Hueles tan bien —la castaña dice, aferrándose a la chaqueta de la pelinegra.—. ¿Por qué no vamos a bailar?

Un cosquilleo recorre el cuerpo de la ojiazul, pero rápidamente lo ignora.

—Otro día, ahora te llevaré a casa para que puedas descansar, ¿vale? —dice con cariño, asegurándose que la chaqueta la cubriera bien.

Jennie y su jodida manía de ir poco abrigada cundo salía de fiesta.

—Eso suena muy bien. —Jennie murmura.

Lisa sonríe y asiente, echando la vista a la pista de baile para encontrar a la idiota rubia bailar junto a un chico castaño, olvidándose por completo de Jennie.

Menuda jodida imbécil.

Cuando salen del bar después de despedirse de Miyeon, el frío les cala los huesos y encontrar el coche de Jennie con las pésimas indicaciones de la castaña se vuelve un tanto complicado, pero lo consigue. Consigue subirla y atarle el cinturón mientras Jennie susurra pequeños "Lo siento" repetidas veces.

Cuando comienza a conducir hasta el edificio, la voz de Ed Sheeran es todo lo que se escucha dentro del coche.
Jennie se encuentra cabizbaja, y no dice absolutamente nada hasta que finalmente llegan.

—¿Me odias? —Jennie pregunta en un susurro, con la mirada en sus manos cuando Lisa apaga el coche.

La pelinegra frunce el ceño mientras la mira, sorprendida por la pregunta.

—No, no te odio, Jennie.

La castaña parece un tanto aliviada con las palabras, un poco más tranquila.

Sweet and Sour, Heart Devoured. - (Jenlisa) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora