❝Donde Jennie reparte postres a todos los vecinos menos a Lisa, quien empieza a desesperarse al ver como la castaña la ignora por completo.❞
➳ Jenlisa
➳ Jennie bottom || Lisa top/gip
➳ Soft, Fluff & Romance.
➳ Historia corta.
➳ Adaptación Jenlisa, o...
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Lisa no puede evitar sonreír orgullosa cuando ve la reacción de Jennie al verla entrar en la cafetería un viernes por la tarde.
Había salido más pronto de lo habitual aquel día, porque tener a tu mejor amiga de jefe tiene sus ventajas. Minnie había sonreído mientras Lisa le explicaba todo lo que tenía planeado, y esta le había dicho que contara con ella para lo que necesitará.
Lo tenía todo planeado, y estaba segura de que iba a salir bien. O por lo menos, esperaba que a Jennie le gustará.
—No sé si debo preguntar qué se debe tu vestimenta. —Jennie dice con la mayor sonrisa en sus labios.
—Oh —Lisa sonríe, mirando a su propia camisa.—. Es que verás Jen, tengo una cita.
Jennie se ríe, y Lisa había esperado todo el día por ello. Por llegar con aquella camisa blanca un tanto desabrochada y aquel saco color negro que la cubría por encima, de ver la reacción de la castaña y escucharla reír de la forma en que acababa de hacerlo.
—¿La tienes? —pregunta— ¿Quién es la afortunada?
Lisa sonríe mientras se encoge de hombros.
—Una chica castaña y de ojos verdes, ¿la conoces? Trabaja por aquí. —responde, fingiendo mirar por el local y sacando otra pequeña risa de la más baja.
—Eres una idiota. —es todo lo que Jennie dice, pero la enorme sonrisa de gomita en su rostro es más que suficiente para que Lisa se sienta satisfecha.
—Dime que terminas el turno pronto, cielo. —dice, causando aquel color rosado en las mejillas de Jennie.
—En media hora.
Lisa sonríe mientras asiente.
—Genial, en media hora empieza la mejor cita de tu vida.
—No puedo esperar.
[•••]
—Creo que se te está haciendo costumbre conducir mi coche. —Jennie dice mientras salen de la cafetería, la luna ya brilla en la oscuridad del cielo y las calles de Nueva York huelen a lluvia.
Lisa se encoge de hombros en respuesta.
—Puede, pero conduzco mejor que tú así que no importa. —responde divertida, a lo que Jennie rueda los ojos antes de entregarle las llaves de su jeep.
—Te odio.
Lisa sonríe, porque sabe que Jennie está lejos de odiarla. Ahora lo sabe.
Ambas entran en el coche minutos después, y Lisa enseguida se encarga de encenderlo para que el aire caliente las envuelva.
—Lisa. —Jennie la llama desde el asiento del copiloto.
—¿Sí?
—No es justo. —susurra, mirándola con aquel brillo en sus ojos verdes.
