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Yujin no estaba seguro de si se arrepentía de haber dormido con Ricky.

En parte no, pues esa noche durmió mejor que nunca; no tuvo más pesadillas y se sintió cálido ser abrazo por su hyung.

Por otro lado, los últimos días Ricky insistía en dormir junto al menor, este aceptaba siempre sin ningún problema. Pero poco a poco empezó a haber algo que incomodaba a Yujin; el latido acelerado de su corazón cuando Ricky apretaba su cintura entre sus brazos, sus sonrojos al sentir al rubio dándole besos por el cuello, su nerviosismo al tener a Ricky tan cerca.

Yujin estaba confundido, y sabía que estaba en terreno peligroso.

Tuvo muchas charlas consigo mismo, pensando que lo mejor sería detener aquella situación.

Así que ese día, ya por la noche, Yujin no fue a la habitación de Ricky, en cambio, se metió en su propia cama dispuesto a dormir. Pero al pasar los minutos, notó como alguien abría la puerta de su cuarto y se dirigía hacia donde se hallaba intentando conciliar el sueño.

— Cielo, ¿por qué no vienes? No me gustaría que tuvieras alguna pesadilla. —Ricky llegó y se sentó en un extremo de la cama, acariciando la espalda de Yujin, ya que este le estaba dando la espalda.

Yujin giró su cuerpo encontrándose con la mirada impaciente del mayor. ¿Qué le costaba dormir solo? Pensaba Yujin en sus adentros.

— No soy un niño, así que puedo dormir yo solo.

Ricky hizo una mueca, como las que suele hacer cuando algo no le gusta. Su mano aún reposaba en un lado de Yujin y empezó a dar suaves pellizcos por la zona.

— Es que... Me gusta dormir contigo. —confesó mirando su mano sobre Yujin.

Yujin comenzó a sentirse inquieto, y la mano de Ricky no le estaba ayudando para nada. En este punto, Yujin no podía pensar con claridad, su mente estaba en blanco y no sabía cómo responderle al mayor.

— ¿No te gusta dormir conmigo, Yujinnie? —miró a los ojos al pelinegro. La habitación se encontraba a oscuras, pero podían ver partes de sus rostros gracias a la luz que se asomaba por la ventana.

— N-No es eso, hyung, sabes que me gusta mucho, pero-...

— Por favor.

Yujin suspiró. No podía hacer nada, siempre iba a ceder ante su hyung. No podía negarle absolutamente nada, porque Ricky es su todo.

— Está bien. —el rubio sonrió y se puso de pie, ayudando al otro a levantarse de la cama.

— Muchas gracias, cielo. —Ricky lo abrazó por los hombros y hundió su cara en el hombro de Yujin.

Las mejillas de Yujin adquirieron color y comenzaron a calentarse. —No es nada. —sonrió nervioso tratando de calmarse, apartándose del abrazo.

Yujin corrió hacia la habitación de Ricky, este se quedó unos segundos en la habitación del pelinegro, su mirada se oscureció y sonrió, colocándose el dedo índice sobre su labio inferior, para después morderlo. Cualquiera que viera aquella escena, pensaría que se trata de algún maníaco con serios problemas.






Mientras intentaba dormir sentía la mirada pesada del mayor, no sabía por qué, pero sentía como bajo la oscuridad este aún lo observaba fijamente. Se sintió incómodo, así que se giró para darle la espalda a Ricky.


Ricky no dijo nada. Pasaron unos minutos hasta que Yujin sintió que lo abrazaban por la espalda, suspiró rendido.

— Buenas noches, hyung. —dijo cerrando los ojos.

— Descansa, cielo. —el tono que usó Ricky era más dulce de lo habitual.

Yujin dudaba que lo hiciera, podía sentir la respiración de Ricky en su nuca, cosa que lo hacía estremecerse, pero esto a Ricky parecía no importarle. Yujin pensó en lo descarado que era su hyung.

Yujin sabía, y estaba seguro de que su hyung era consciente de las sensaciones que provocaba en él, al menos algunas. Pues Ricky siempre se reía cuando notaba como el menor se sonrojaba por cualquier acción suya, o cuando bajaba la cabeza para no mirarlo a los ojos.

Pero a Ricky parecía gustarle eso, Yujin pensaba que se burlaba de él, y que era algo normal entre "hermanos".

Qué equivocado estaba.

♡ ﹒ first loveWhere stories live. Discover now