♡ ﹒ first love

O8

Después de aquel día ajetreado y lleno de tareas, Gunwook, Matthew y Yujin iban caminando hacia la salida del instituto mientras charlaban cómodamente.

— Estoy agotado, —comenzó quejándose el más bajo— necesito unas vacaciones de dos años urgentemente.

— He invitado a unos amigos a casa —dijo de repente Gunwook, haciendo que el rostro del pequeño rubio se iluminara— ¿Por qué no vienen?

— ¡Claro que iré! —respondió Matthew rápidamente.

— ¿Y tú, Yujin? Hace mucho que no nos vemos fuera de clases.

— Lo sé. —bajó la cabeza mirando hacia sus pies distraídamente— Es que estos días he estado un poco ocupado —se excusó haciendo una mueca— y no creo que pueda salir hoy.

— ¿Por qué? —replicó de inmediato Matthew— No me digas que es por Ricky. —la expresión obvia del menor lo decía todo— Simplemente ve a casa de Gunwook sin pedirle permiso y ya está, ¿qué es lo peor que puede pasar?

Yujin lo pensó unos momentos y si era honesto, la idea le parecía tentadora, como decía Matthew; ¿qué podría pasar? No es como si Ricky fuera a hacerle daño, y tenía derecho a divertirse con sus amigos, no era justo que su hyung se lo impidiera. Además, ese día Ricky no iría a recogerlo, así que era una buena oportunidad y había que aprovecharla. Pero muy en el fondo aquella situación le aterraba muchísimo, pues si Ricky se llegaba a molestar con él se sentiría muy mal.

— Supongo que... es buena idea. —soltó Yujin después de reflexionarlo unos segundos.

— ¡Pues en marcha, que tengo hambre! —Matthew empezó a caminar con prisa y dando pequeños saltitos dejando a los otros dos detrás.

— ¿Estás seguro de esto? —Gunwook cuestionó con un tono desconfiado— ¿No piensas que después te arrepentirás?

— Estoy seguro. —dijo Yujin sonando de todo menos seguro, a lo que Gunwook lo miró en desaprobación— Tranquilo, no pasará nada, como mucho me castigará una semana. —intentó relajarlo dándole una suave palmada en el hombro.

Gunwook sonrió rendido y asintió— Está bien. —no sabía porqué pero, sentía que no debía confíar en aquel chico, había algo en él que no le agradaba; tal vez eran sus miradas frías e ilegibles, o su sonrisa burlona cuando lograba separar a Yujin de su lado, o tal vez, y solo tal vez, estaba sobrepensando las cosas.

— ¿Está todo bien? —el menor interrumpió sus pensamientos situándose delante suya, observándolo con ojos curiosos e impacientes.

— Sí, no te preocupes, solo me distraje. —contestó sonriendo— Vámonos, que Matthew tiene hambre. —bromeó para después tomar la mano de Yujin y caminar más deprisa.

Todo había salido tal y como lo habían planeado; los amigos de Gunwook llegaron horas después, solo eran dos por lo que Yujin no se sintió demasiado incómodo. Cabe recalcar que Yujin no suele hacer nuevos amigos, él prefiere mantener su círculo reducido, con la compañía justa y necesaria. Piensa que es suficiente con las amistades que tiene ahora, y si habla de su hyung, siente que lo tiene todo.

Todo iba bien hasta que cayó la noche y llegó la hora de irse a casa. Desde un principio Yujin se encontraba ansioso por si Ricky lo llamaba o le escribía para regañarlo, pero con el pasar de las horas esa inquietud iba disminuyendo hasta desaparecer y olvidarse del tema, pues el mayor nunca mandó ningún mensaje ni dio indicios de reclamarle algo.