18 julio 2019
Rancho de Iván, Sierra de Badiraguato, Sinaloa
pov Alexa
Me desperté por el dolor de cabeza que sentía, ya no me dejo dormir nada. Me senté en la cama con mucho esfuerzo y empezaron a llegarme todo lo que había hecho ayer en la tarde y parte de la noche.
Ayer nos habíamos juntado con los plebes en la alberca de mi apá' a tomar y convivir todos juntos.
No supe ni cuánto tome porque recuerdo que habíamos comprado, un veinticuatro rifaditas y cuatro veinticuatros de ultras para empezar. Aparte que empezaron a dar shots a lo tonto. Por lo que todos antes de las siete de la tarde ya andamos super borrachos.
Iván, Alf, Nestor, Serafín y para mi sorpresa Ovidio, llegaron casi a las nueve de la noche, nadie de mis amigos notó que eran ellos, pues teníamos las luces de toda la casa apagadas, nada mas una bola de luces, la televisión y las luces de la alberca.
En mi borrachera ya ni pensaba en lo que hacía. Recuerdo que los salude a todos de beso en la mejilla - hasta Ovidio - pero no me acerque mucho porque estaba toda mojada.
Se quedaron en la parte de la cochera tomando ellos solos y yo me fui con mis amigos a seguir tomando adentro de la alberca. Recuerdo que no quería pero ellos me dijeron que disfrutara que tenía mucho que no lo hacía. Les hice caso y vaya caso les hice.
Nos empezamos a dar picos en la boca entre mis amigas y yo, de tres, cuatro, cinco y unos de ocho que claramente varios ni podíamos dárnoslo.
Siempre sentí la mirada de alguien en mi y de reojo volteaba a ver a Ovidio quien era el que me miraba con una cara de serio. Luego de eso con Santiago nos empezamos a tomar un ultra entre los dos y vapeabamos.
Un trago y un vape y así sucesivamente hasta acabarnos la botella, al ultimo Santi le dio un jalón al vape y me acerque a él. Me pegue a sus labios y me pasó el humo, me separé para soltarlo y después me beso. Claro que se lo seguí, no tenía novio ni compromiso con nadie.
Mis amigos gritaron, cuando nos separamos Pame me jalo a una orilla y dijo que los plebes nos habían visto, que agarraron entre todos a Ovidio porque nomás nos vio empezó a caminar hacia nosotros.
Después de eso ya no recuerdo nada de lo qué pasó.
Ocupaba tomar algo para el dolor de cabeza, así que me paré de la cama poniendo mis pies en el piso helado por el mini-split.
Salí del cuarto, bajando las escaleras para ir a la cocina donde estaba el botiquín con pastillas para estos casos. Los plebes ya estaban sentados en la barra comiendo
- Buenos días - abrí la puertita y saqué las pastillas
- Tardes dirás - me contestó Alf
Me serví un vaso de agua, para tomarme la pastilla y me senté con ellos.
- ¿Crudita?
- Machin - le conteste a Néstor - Ya no vuelvo a tomar
- Siempre dices eso y te sigues poniendo hasta la madre Chofs
