Flor Imperial

Capítulo 1

Capítulo 1 | "Deudas"

Corinna Barone

Si pudiera definir mi relación con Carissa, la definiría en una sola palabra, caótica.

Pese a que Carissa resulta ser la mayor de las hermanas Barone con sus veintitrés años, es la más problemática de las tres sin importarle que en el mundo en que nos manejamos si ella se equivoca, las consecuencias las pagaremos las tres.

Soy la hermana de en medio, con apenas veintiún años y ya tengo la vida de mis dos hermanas sobre mis hombros. Siempre soy la que corre para arreglar los deslices de Carissa, siempre soy la que la cuida, la que se preocupa por ella. Divido mi tiempo entre el ballet, arreglar los embrollos de Carissa y cuidar de Cosima, la menor de las hermanas Barone con apenas diez años.

Aunque bueno, esto de arreglar los embrollos de Carissa se me ha salido un poco de las manos.

Termino de meter las cosas en mi bolso deportivo antes de salir de las duchas de la academia de Ballet de Coruña, hoy he tenido un ensayo doble para el próximo recital donde por primera vez tendré un solo. Mis pies duelen y mis músculos me exigen un descanso, pero sé que todo el esfuerzo habrá valido la pena.

No me toma mucho tiempo tomar el transporte público y luego de unos pocos minutos finalmente logro llegar a casa, una casa en un barrio no tan bueno, es uno de los barrios más pobres de aquí en Coruña con apenas dos habitaciones, dos pequeño baño y una cocina que también es la sala.

Intento ingresar la llave en la cerradura y me doy cuenta de que esta cede sin necesidad de ella y me alarmo, lo hago aún más cuando me percato de las dos camionetas frente a mi casa que he omitido por venir concentrada en la música que salía de mis auriculares. Me arranco los auriculares de las orejas tirando del cable con fuerza cuando escucho un llanto, Cosima.

Me toma un par de pasos llegar al interior de la casa y la escena frente a mí me deja petrificada, más cuando nada más entrar el cañón de un arma se posa justo frente a mis ojos y el seguro de esta es retirado.

— Un paso más y te reviento la cabeza.

Siento el sudor frío comenzar a perlar mi cuerpo mientras el miedo se dispara cuando uno de los hombres de seguridad me amenaza sin dejar de apuntarme con el arma, otro de ellos tiene sujeta a Cosima, mi hermana menor, con fuerza contra la pared mientras ella llora y se retuerce pidiéndole que la suelte.

Pero la escena que más me petrifica y hace que mis sentidos se disparen es cuando veo a Carissa, mi hermana mayor, que se encuentra en el suelo con sangre saliendo de su boca y un horrible moratón formándose sobre su mejilla mientras Riccardo Coppola, actual Don de la Camorra y el hijo de Massimo Coppola.

— No pasa nada, Cora. Lo tengo controlado.

Bufo ante las palabras de Carissa y como utiliza el diminutivo de mi nombre que usaban mis padres para manipularme, es claro que nada de esto está bien.

— ¿Lo tienes controlado? — se burla Riccardo frente a ella mientras la agarra del cabello y tironea su cabeza con fuerza para que lo mire, escucho como Cosima llora con más fuerza cuando escucha el quejido de Carissa — ¿Por qué no le dices a tu hermana de qué manera has vuelto a cagarla conmigo?

Mi hermana no habla, contrario a eso eleva su mentón con altanería, como si eso nos ayudara en esta situación, como si no tuviera frente a ella al mismísimo Don de la Camorra.

— Jódete.

Riccardo esboza la más macabra de sus sonrisas.

— Eso es lo que haré contigo, te joderé de la peor forma, así como tú lo hiciste conmigo, Carissa.