Flor Imperial

Extra 2

Capítulo dedicado a TheQueen_RRR

Feliz cumpleaños, tqm :3

Extra 2 | "Hormonas"

Edmund Blackwolf

— Dolcezza, arriba, vamos...

Lo intento de nuevo mientras termino de abrochar el reloj en mi muñeca, pero sigue sin respuesta. Escucho su voz cuando suelta de nuevo una negativa, un poco ahogada, dado que está completamente cubierta por las sábanas.

— ¿Sigue sin querer salir de ahí? — se burla Elian, ingresando a la habitación completamente vestido.

Tenemos una gala benéfica en uno de nuestros hoteles, uno de los pocos negocios que tenemos de manera pública, de los cuales la gente cree son completamente legales y no que los utilizamos realmente para lo que son, lavado de dinero.

— Vayan sin mí — se queja de nuevo la italiana, bajo las mantas.

Escucho como sorbe por su nariz, consiguiendo que realmente me preocupe.

— ¿Dolcezza? — me siento a su lado, tirando ligeramente de las mantas hasta que finalmente la veo — ¿Qué ocurre?

— No lo sé — sus ojos, un poco cristalizados, se aguan aún más.

— ¿Qué pasa? — Elian también se acerca, preocupado ante la voz cortada de nuestra esposa.

— No lo sé, sólo no me siento bien — se queja — No sé qué me pasa, lo siento...

— No tienes que disculparte por nada — gruño, tomando su rostro entre mis manos y sintiendo la piel caliente — Mierda, estás ardiendo en fiebre.

— Llamaré al doctor — Elian se levanta, aproximándose a la italiana para colocar sus manos sobre su rostro, sintiendo la piel caliente y ligeramente sonrosada de Corinna — Le diré a papá que...

— No — lo interrumpe Corinna — No pueden faltar a esta gala, lo saben. Es importante que tanto ustedes como sus padres estén ahí.

— No te dejaremos sola — me quejo — Podría ser algo grave.

— Sólo es una pequeña gripe — le resta importancia — Podrían decirle a su madre que se quede conmigo, tengo entendido que ella tampoco iría a la gala.

No estoy muy convencido de dejarla sola, sin embargo, bien es cierto que mamá podría quedarse con ella, y nos informaría de la mínima que algo ocurra.

Pero sigue sin convencerme.

Sin embargo, es una gala importante.

Pero mi esposa lo es aún más.

Aun así, cuando mamá llega y observa a Corinna, nos tranquiliza diciendo que no es nada grave y nos empuja fuera de la mansión.

Aun así, no dejo de estar pendiente de mi teléfono en toda la gala.

♣

Corinna Barone

Puedo escuchar la puerta de la mansión cerrarse, lo cual es mi señal para correr al baño y vomitar todo el almuerzo de esta tarde.

— Ay, querida... — escucho la voz de mi suegra, Madison, antes de sentir como sus manos me sostienen el cabello.