2.Antojos de lágrimas y panecillos dulces.

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El cielo se encontraba despierto irradiando sus bonitos rayos de luz. El sol estaba en su punto máximo, el día era precioso. Pero para el omega que en ocasiones se le borraba la visión por las espesas gotas de sudor simplemente era una maldición. Llevaba un gorro por cortesía del señor Styles, pero no era suficiente. Se sentía sofocado y solo rogaba porque el día se volviera oscuro y tenebroso. Tal vez lleno de espesas nubes, sí, es exactamente lo que anhela.

Habían pasado dos semanas exactamente desde que llegó a la hacienda. Se había adaptado a la rutina de su nuevo trabajo. Ayudaba al señor Styles a limpiar los establos de sus caballos todos los días después del almuerzo. No puede negar que en ocasiones cuando nadie lo veía se obligaba a caer de rodillas y expulsar el reciente alimento. Su estómago se volvía sensible con el paso de los días y el olor a excremento lo mareaba.

Había ocasiones en las que simplemente ayudaba cargando maderas pesadas de un lugar a otro, intentando que el dolor en sus extremidades no se notara lo suficiente como para que sus amos no se enojaran por su deficiencia. El omega sabía perfectamente que un solo fallo podría ser castigado, siempre eran castigados si cometían un error. Se lo enseñaron en el orfanato y si era realmente honesto no podría asegurar que la familia Styles no hiciera lo mismo. O tal vez peor, tal vez usarían las ramas de zarzamoras para darle latigazos en las espinillas, como una vez lo había hecho la madre superiora.

Quitó ese pensamiento de su cabeza mientras seguía arrastrando el madero hasta la sombra del granero. El madero era pesado, tanto así que tenía que tomar respiros profundos mientras se sujetaba de las rodillas. Apenas iba empezando, quedaban cinco a una distancia larga que había recorrido con los primeros cinco maderos apilados.

Se encontraba solo en la hacienda, la familia Styles había ido de compras al colmado para hacer los encargos que le faltaban en su cocina. Había escuchado a la mujer hablar sobre un delicioso pastel de zanahorias que realizaría en una semana para el bautizo de uno de los cachorros recién nacido de su amiga. Louis se había sonrojado inconscientemente al imaginarse un pastel para celebrar el nacimiento de su semillita. Se había tocado en vientre notándolo más redondo y acto seguido apartó la mano temiendo que alguien hubiera notado sus manos inquietas.

Sabía que no habría un recibimiento o un hermoso pastel, incluso una felicitación por haber dado a luz. Era cuestión de tiempo para que se vientre sobresaliera de sus prendas de vestir, dándole una idea a sus nuevos amos que era un omega usado y poco respetable. Louis no quería pensar en que pasaría cuando el momento de decir la verdad llegara. La sola idea hacia qué sus piernas temblaran, porque si de algo estaba seguro es que se enterarían.

Negó una vez más, tragando el nudo en su garganta, borrando de su mente las posibles maneras en las que estaba destinado. Una punzada fuerte en su cabeza lo hizo detener soltando la madera en el suelo. Llevó su mano derecha a su cabeza mientras con la izquierda se aguantaba el vientre.

-¡Maldición!- maldijo en voz alta el omega cerrando los ojos y respirando hondo.

Caminó hasta llegar a la sombra del granero y se tumbó en el suelo lleno de verdosa grama. Agarró la botella de agua que la omega le había dado antes de irse y tomó un largo sorbo. Aún se sentía mareado, y empezaba a tener miedo. Era una experiencia nueva para él.

Volvió a sentir el sudor bajando por su frente y con el dorso de la camisa secó su cara. Tal vez el soleado día había tenido este efecto en él, o tal vez el esfuerzo cargando un peso que apenas podía sostener. Realmente no importaba porque debía volver al trabajo cuanto antes, no quería empezar a ser una decepción para el señor Styles.

-¿Qué te sucede?¿Te encuentras bien?- preguntó de pronto una voz gruesa a su lado. Louis se tensó, un terror subiendo por sus extremidades, pero relajándose al instante al ver que se trataba del hijo de los señores.

Sweet home AlabamaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt